ɪᴠ. 𝖺𝗇𝗑𝗂𝖾𝗍𝗒

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ANSIEDAD▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬

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ANSIEDAD
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—¡Está es la décima y última pregunta!— sentenció el adulto.

¡Mierda, mierda y más mierda! Solo había podido responder seis preguntas en todo el tiempo que he tenido. Y no sabía si los tenía bien si quiera. Odio los exámenes escritos.

—Pero antes de decir la décima pregunta, hay otras reglas.

¡La bendita madre que me parió! Ésto es horrible... Esa respuesta quiere decir que la última dichosa pregunta es la más difícil. Si las anteriores me costaron entenderlo incluso aún copiando, ésta ni me la imagino.

Con nervios, giré mi vista para ver si Gaara también estaba igual que yo. Pero me llevé la sorpresa de que ni se inmutaba. Mis ojos se agrandaron al ver su expresión pacífica pero seria a la vez. Yo por el contrario, me moría de nervios y mi frente sudaba. Al salir de este insufrible examen me comeré un buen tazón de ramen y me echaré una siesta de cinco horas. Pero ni con eso repondré las fuerzas mentales de mi cerebro chamuscado.

—Deja de ponerte nerviosa, me irritas.— hablo el pelirrojo a mi lado. ¡Me había hablado!

—¡Me has hablado por fin!— susurré emocionada y con las manos juntas. Ya había desecho el jutsu por lo que no pasaba nada.

El abrió los ojos de par en par y volvió a la postura y cara de antes. Notaba su rostro ardiente, por que al ser bastante claro su tono de piel me di cuenta bastante rápido. Que mono. Yo reí por lo bajo tapándome la boca y dirigí mi vista hacia delante, prestando atención al examinador con cicatrices en la cara.

—Estas reglas son solo para la pregunta 10. Regla numero 1, todos vosotros podéis decidir en recibir la ultima pregunta o no.— exclamo neutro.

Esa respuesta me hizo fruncir el ceño confundida. ¡Que rayos quería decir con eso? Entonces podía irme si lo quisiera... Aquí me huele a gato encerrado. Algo no me cuadraba.

—Mmh, esto no me gusta...— murmuré bajito.— ¿Y que pasa si decidimos no hacerlo?

Morino me miro y me observó detalladamente. Levante una ceja y le devolví la dura mirada que me estaba regalando. ¿Me va a responder o no?

—Si decidís no hacerlo, con dependencia de vuestras respuestas a las otras nueve tendréis un cero.— sonrió cínico.— En otras palabras, que suspenderéis, al igual que los de vuestro equipo.

Lo sabia, mierda que lo sabia. Malditos exámenes de pacotilla, no valen para nada. Me dan ganas de romperlo en trocitos y tirarlo en su fea cara. Una gota de sudor cayo por mi frente por los nervios. Si yo suspendía, llevaría a Aya y a Rina junto conmigo. Suspenderían por mi culpa. Ellas era muy estudiosas, siempre sacaban la nota más alta. Yo por otro lado, era la de la nota más baja. Sacaba las peores notas y además copiando. Nunca se me dieron tan bien como las pruebas físicas. Me daban ganas de llorar. Por dios, esto era horrible. No quería que mi equipo me odiara, aunque una de ellas ya lo hacia de antes.

—Claro que, no me habéis dejado terminar. Si aceptáis la pregunta y la respondéis de manera incorrecta, no solo suspenderéis ¡Se os prohibirá presentaros de por vida a los exámenes Chūnin!

No, si encima el tío me lo pone peor. Me dan ganas de clavarme un maldito kunai en el pecho por la presión que me acaba de incrementar el muy idiota. Apretando mis dientes con fuerza, mordí la uña de mi dedo gordo e hice presión. Provocando una pequeña herida en la punta del dedo, justo debajo de la uña. Me di cuenta después de que el pelirrojo me pasara una tirita blanca por debajo de la mesa. ¿De donde las habrá sacado? Bueno, eso ahora da igual. Lo importante es que me ha dado algo con la que detener mi pequeña hemorragia.

—Gracias...— le susurre, la voz me salió temblorosa.

—No es para tanto, al menos no escucho tus estúpidos quejidos.— no me miró.

—Lo tomare como un "no es nada".— agarré el apósito y le quité los papelitos innecesarios para ponérmelo en el dedo herido.

Me pregunto que le habrá pasado para que sea así de serio con todos, el único momento que lo vi siendo "amable" con alguien fue conmigo. Y eso que solo lo he visto un par de veces. Pero aún así eso no quita el hecho de que fuera un poco borde con su grupo.

Probablemente le cueste confiar en la gente... Supongo.

Vi como algunas personas a mí alrededor se levantaban y se marchaban para no volver, se rendían ante el examen. Y yo me lo estaba replanteando, pero no quería que mi equipo me tuviera rencor. Levanté mi mirada y busqué a Aya. Cuando la tuve a la mira me asintió con la cabeza, lo decidí. Me quedaría. Ella confiaba en mi, y si lo hacia era por algo.

En eso, Naruto fue levantando su mano temblorosa poco a poco. Que pena, parecía dispuesto a pasar el examen a toda costa. Fue bueno mientras duró supongo.

—¡No me subestiméis!— grito de repente azotando la mano con ganas contra la mesa.— ¡Yo no renuncio ni huyo! ¡No me importa quedar como genin el resto de mi vida! ¡Aun así me convertiré en un maestro Hokage!

Mis ojos comenzaron a brillar por la intensidad de sus palabras, que aunque no tuvieran nada inspirador para nadie para mi si lo eran. Ahora si que estaba cien por cien decidida de lo que hacer, si no me bastaba con la mirada de Aya, me bastaba con las palabras de mi nuevo amigo.

—¡Así se habla, chico rarito!— grité con alegría mientras me levantaba de mi sitio.— ¡Demostremos a estos idiotas lo que valemos! Sus miradas de miedo no nos asustaran, no se comparan a nuestros sueños que están por cumplir. ¡Por que ese es nuestro camino ninja!

Sonreí achinando mis finos ojos, no me acobardaría por la simple presencia de la autoridad. Naruto y yo nos reímos, disipando el tenso ambiente que yacía en la habitación. Olvidándonos de todos los presentes. Realmente me caía estupendamente este chico de aspecto familiar. Cuando escuchamos un aclaramiento de garganta salimos de nuestro circulo de ensueño y nos pusimos mas serios, sentándonos de vuelta en nuestro asiento correspondiente.

—Entonces, todos habéis aprobado el primer examen.— sentenció al final.

...

¡¡¿¿Qué??!!

Mi cara debía ser un poema en estos momentos. O sea que lo de la pregunta 10 era una pregunta trampa. Como no lo puede ver venir... Tampoco es que lo hubiese pillado si me lo contasen a la cara. Soy muy tonta para pillar indirectas.

Por lo menos había aprobado.

Busqué la mirada de mi amiga y la vi reírse, probablemente de mi cara. Me miró con aprobación, estaba orgullosa de mi por no haberme ido. Aya era una gran amiga.

Una en un millón.

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⏰ Última actualización: Nov 06 ⏰

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月 ▬▬ 𝐅𝐎𝐑𝐁𝐈𝐃𝐃𝐄𝐍, 𝘀𝘂𝗯𝗮𝗸𝘂 𝗻𝗼 𝗴𝗮𝗮𝗿𝗮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora