PARTE 3

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Ya me encontraba listo, ella tocaría en cualquier momento y nos iríamos.

Mientras tanto, me senté a leer. El señor, el padre de Jacqueline me recomendó: 

"La dama del perrito" de Antón Chéjov.

Por obvias razones lo busqué por internet desde mi laptop. Según vi, es una historia sobre un amor prohibido y la insatisfacción con la vida.

Y justo cuando quería leer, tocaron la puerta.

"Privet"

Significaba hola. 

Su vestido era hermoso, el color negro me recordaba a esa noche, su cabello color negro estaba atado a una cola de caballo.

Dijo que lo sentía por hacerme esperar.

Y esa sonrisa, se ve bien cuando sonríe.

No me gustaba las típicas palabras llamadas "cliché."

Así que le dije que me había puesto a investigar, pues, es uno de mis pasatiempos.

Luego salímos y bajamos por el ascensor. Estabamos solos,  era algo incómo, ni ella ni yo, ninguno se atrevía a decir algo, en lo particular, no soy bueno con las relaciones presenciales y creo que siempre he sido así.

Cuando salímos del edificio, ante mis ojos se encontraba el reesplandor de la luna llena y las calles brillantes. Era una vista muy buena, aunque se vería aún mejor desde un lugar más alto.

Luego de caminar a través de las calles, llegamos al restaurante.

Ella había reservado una mesa para 2 personas y la señorita que nos atendió nos llevó hasta el piso 9.

Todas las personas en ese lugar usaban ropa elegante. Obviamente yo estaba vestido de manera formal, llevaba un traje negro. La primera impresión es lo que cuenta, ¿no?

No recuerdo mucho de esa noche sobre lo que hablamos. Nunca olvidaré ese día, dijo algo que me pareció tierno.

"Me gustan los pandas."

Por lo general, son los gatos, pero esta vez, me dieron una respuesta distintas a las demás.

Latidos de mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora