16.Ni un solo día libre tengo. En fin, que vivan los novios

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La boda fue mucho más rápido de lo que yo imaginaba

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La boda fue mucho más rápido de lo que yo imaginaba. Aunque siendo honestos y objetivos, no había razón para que vampiros millonarios con décadas de experiencias en bodas tuvieran que esperar meses en realizar la fiesta en lugar de solo días.

—¿Estas emocionado? Yo estoy emocionada, miren que lindo es todo, ay, me encanta Portugal.

Alice giró sobre su eje, extendiendo los brazos al aire y sonriendo. La luz de la luna le favorecía tanto que deseé poder grabar este momento por la eternidad.

—Es genial, nunca había venido para acá.

No es como que nunca me hubiera interesado, pero Portugal e Italia estaban demasiado cerca para arriesgarme a provocar a los Volturis, a que pensaran que estaba jugando o con ellos o que, por el contrario, creyeran que finalmente deseaba unirme a su estúpido clan.

Obviamente no podía decirle eso a Alice, me odiaría si le quitara la sonrisa del rostro. Aunque también me dio algo de risa imaginar como su entrecejo se arrugaría. Probablemente me golpearía en el hombro juguetonamente y me diría que no fuera un aguafiestas.

—Serán las mejores vacaciones de tu vida, nos aseguraremos de ello. —Alice corrió a mis brazos, colgándose de mi cuerpo. Yo la sostuve con cariño, disfrutándola.

—Tampoco es como que vaya a ser muy difícil; nunca en la vida he tenido unas vacaciones... excepto claro por la vez que mi abuelo me llevó de picnic al bosque de Chapultepec, pero luego de eso los Volturis empezaron a rondarnos así que es un recuerdo medio agridulce.

—Alex... no le arruines la alegría. —me regañó Jasper sin mucho ímpetu.

Me besó la mejilla castamente, pasando a una demostración igual en Alice, quien aún seguía colgada de mi cuerpo.

—Ya desempaqué y la piscina del hotel esta disponible por si alguno...

Antes de dejarlo terminar de hablar lo tomé de la mano y corrí con Alice en mis brazos hasta llegar a la orilla de la piscina. Jasper quiso frenarse a tiempo, mas, la velocidad y el peso de Alice y el mío combinados no le permitió detenerse. Los tres nos sumergimos.

Alice se soltó de mi y nadó la poca distancia que quedaba de la alberca, Jasper salió casi al instante, restregándose levemente la cara, mientras que yo disfruté un poco más de ver a aquella vampiresa antes de salir. Me sacudí el cabello como un cachorro, salpicando a Jasper.

Burlonamente me salpicó de vuelta, iniciando así una juguetona batalla de agua. Pude ver de reojo como Alice nos observaba de lejos, tal vez disfrutando la vista, especialmente porque Jasper se veía mucho más perfecto de lo habitual con el cabello mojado, siendo salpicado y sonriendo.

—¿Qué sucede, bebé? Te noto más... extasiado.

—Cierra la boca.

Fingí mi mejor tono de fastidio, pero por la risita de Alice supe que no había convencido a nadie. Como ultimo recurso y luchando por lo poco que me quedaba de dignidad le lancé agua directo al rostro, desconcertándolo y causando más diversión en nuestra única espectadora.

Lo que el amor esDonde viven las historias. Descúbrelo ahora