Eiji desea a Ash. Ash desea a Eiji. Ninguno lo sabe. Shorter no soporta más la tensión sexual e intervine.
Actividad participante en el Flufftober de @EijiThirstWeek.
Créditos de la imagen en la portada a @KoyasuYasuko12
Hi~ Muchas gracias a todas las personas que le dieron apoyo a esta dínamica anoche, de verdad no tiene idea de cómo me llena el corazoncito saber que a alguien le hacen feliz mis tonterías, así que, siguiendo por la misma línea hoy tenemos un capítulo donde ya están trazadas las líneas del juego porque oh si, esto involucra a ambas parejas y ya veremos cómo.
¡Espero que les guste!
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Las botellas de cerveza retumban con la suave música de jazz que tocan en el bar, es la primera vez que se reúnen todos desde que el año partió, si bien, los chicos han seguido con la pandilla, las cosas no han sido las mismas desde la salida de Ash. Todos lo sabían. La terapeuta. Jessica y Max. El psiquiatra. El trabajador social. No se recuperaría si seguía metido en el mismo medio que lo enfermó, por eso debía soltarlo, cederle el control a Alex era lo más sano, fue su segundo al mando desde que formó la pandilla, estarían a salvo en sus manos, lo procesó con tal lógica que lo tacharon de frío, aun así, cuando llegó el momento de abandonar el mando se sintió, no con los chicos ni con sus doctores, sino con él, Eiji lo miró en primera fila, que Ash haya tomado la iniciativa para juntarse ahora es un paso gigantesco.
Eiji los extrañaba.
Y a Ash le hacen bien, divaga.
Eiji ríe entretenido por sus pensamientos, enfocando su mirada en su pareja, se esforzó, piensa repasando su atuendo, luce injustamente galante con un crop top vintage ancho a cuadrille en tonos anaranjados que se encuentra arriba de una camisa de cuello negro, el contraste resulta mortífero con su piel angelical, se aprecia irreal, etéreo, casi sublime con el dorado que salpica sus pestañas y su cabello, viste unos pantalones grises a la cintura que le dan un corte modelo, le da risa mirarlo considerando que Shorter está usando una sayuela hawaiana púrpura encima de un polo verde con los mismos jeans rasgados que vistió toda la semana. Quiere impresionar, concluye, ¿pero a quién?, ¿a los chicos?, ¿a la gente del bar?, ¿quizás a Eiji? No. No puede ser.
—¡Vamos, jefe! ¡Sea buen perdedor, beba! —Bones grita al otro lado de la barra, el bar es cálido y acogedor, la tenue iluminación de las lámparas colgantes le da un toque de intimidad que es de su agrado—. ¿Acaso me está escuchando?
—Nunca te escucho.
—¡Te acusaré con Eiji! —Gimotea como si el nombrado tuviera voz o voto—. Él se encargará de regañarte para que me hagas caso.
—Tramposo. —Ash chasquea—. Has caído realmente bajo para usar a mi novio como un arma.
—Tú te lo buscaste. —Shorter tararea con una sonrisa traviesa, no lleva lentes de sol y es toda una sorpresa, lo ve elevar una botella de cerveza y mirarlo de reojo—. Nadie te obligó a aceptar otra ronda de bebidas, bro.
—No me estoy quejando.
—Pero no tomes esa bebida de niñas. —Kong reclama apuntando a su bebida azul—. ¿Qué es?
