Capitulo 3 // Noche complicada

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Y ahí estaba yo. Tirada en el piso del baño, llorando. Había sucedido de nuevo... ¿Qué pasaría si Amy se entera de esto? ¿Si mi padre se entera de esto?...

Mis manos estaban llenas de papeles de sangre, me miro al espejo. Mi pelo esta despeinado, tengo una expresión de horror. Me da asco decir mi nombre. Todavía estaba la nota que me había dejado mi padre antes de ir a trabajar, la cual decía que me había dejado pizza para cenar. Al lado estaba el cuchillo, el mismo de siempre. Los consejos del psicólogo del colegio no sirvieron de nada, me sigo sintiendo como mierda. De seguro el trabajo de psicólogo se lo dieron de regalo de navidad. No le puedo decir a mi padre, no le puedo decir a Amy, ni a ninguna de mis amigas. ¿Que pasara si no cumplo sus expectativas? Se supone que soy el ejemplo por seguir. Linda, graciosa, inteligente, sociable. Lamentablemente, con estable emocionalmente no está en esa lista. Y trato de ser fuerte, pero quiero gritar. Digo que no importa, que estoy bien, pero simplemente no puedo dejarlo ir. Lo he estado intentando e intentando por tanto tiempo. ¿Pero, a quien realmente le importa? Si ha estado pasando todo en mi mente. Realmente nunca lo supero, solo digo que lo hice. A este punto no se ni por que estoy llorando. Simplemente siento ese estúpido vacío en mi pecho, como si me hubieran arrancado el corazón..-, no, como si yo misma me hubiera arrancado el corazón.  Porque a este punto yo soy la enemiga. Y ese vacío me consume, tanto que a veces me pregunto si sangro para saber si estoy viva. Porque siempre esta esa voz en mi cabeza, que me dice que estaría mejor muerta. Pero no quiero que el mundo me vea, porque no creo que ellos entenderían.

Y, aquí estoy, en mi casa, sola, intentando no matarme de hambre a mí misma. E hice un desastre con sangre en el baño, traté de arreglar lo, pero la sangre sigue saliendo como las lágrimas de un bebe. Todos dicen que soy bonita, pero a veces me pregunto qué pensarían si vieran mis brazos o mis muslos. Siempre voy con pollera a la escuela, pero es suficientemente larga como para cubrir aquella parte de mí que siempre oculto. Y estoy tan cansada, pero simplemente no puedo dormir.  

Todos dicen que me aman, tengo un padre presente, amigos, buenas calificaciones, un futuro que desear. Pero esa voz sigue en el fondo de mi mente, me sigue a cualquier lugar que vaya, y no lo puedo detener. Esta allí todo el tiempo, vagando en mis pensamientos. En cada uno de ellos. Y siempre termina en un lugar, pero los pensamientos no acaban. Podre ganar la batalla, pero nunca la guerra.
Pero hago que todo parezca inofensivo, algo que no duele. Una sonrisa en mi rostro que me acompaña a todos lados. Y, wow, que desperdicio de una muñeca perfectamente bien y limpia.
No dejes que te vean así, limpia tu rostro y esconde tus muñecas. Le di un intento, cerré los ojos. No sabía cómo se iba a sentir, solo deseaba que no fuese a doler. Casi funciono.
Y yo simplemente me quede allí. Llorando en el piso del baño, y no había nada que podía hacer para evitar cortar ese hermoso ‘cabello’ azul. ‘Beatriz aquello’, ‘Bibi lo otro’, estoy cansada de seguir tomando ordenes de los demás. Y cambie cada una de mis partes, hasta que las piezas del puzle ya no eran yo para nada.


No soy como ellos, pero puedo pretender.

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