Carlos Sainz es presidente de la empresa más excitosa de Europa, Sainz Indrustries. Conoce al piloto de Fórmula 1, Charles Leclerc, ya que su empresa llegó a un acuerdo con la Scuderia Ferrari para ser su nuevo patrocinador.
Bahrain, conocido por su diseño moderno y su infraestructura avanzada. Es un circuito desafiante, las condiciones del clima, o simplemente de la pista pueden llegar a transformarlo en un verdadero infierno. Por suerte, Charles sabe cómo manejarlo, su victoria en 2022 no mentía sobre ello. De todas formas, no debía confiarse, si algo tenía la fórmula uno, era su imprecisión.
Normalmente, él estaría relajado antes de la carrera, intentando que los nervios no lo consuman. Pero en este caso, Charles se encontraba totalmente nervioso y ansioso. Mentiría si dijera que no sé debía a un tipo llamado Carlos Sainz, no es que le importe la opinión de él, pero, también quería demostrarle que él merecía estar en Ferrari.
Charles se llevó sus manos a la cara, exhalando con lentitud. Debía mantenerse tranquilo, era una simple carrera, y había conseguido salir segundo, solo tendría que defenderse de los de atrás e intentar adelantar a Max, pan comido.
—¿Estás nervioso?— indagó Ollie al verlo tan sumido en sus pensamientos.
—No...si, no lo sé, ¿Quizás?— respondió el ojiverde con duda.
El pequeño Británico rio un poco, palmeando la espalda de Charles con suavidad. El Monegasco sonrió por lo bajo, sintiéndose reconfortado por su compañero, era todavía un niño y era su primera temporada en Fórmula Uno, pero Charles sabía que iba a llegar lejos.
—Vamos, es hora de prepararse— alegó Ollie, comenzando a caminar hacia su driver room.
Charles suspiro, tenía que estar calmado. A lo lejos pudo ver a Sainz hablar con Frédéric, una mueca se formo en su cara, ¿Este tipo vendría a todas las carreras? Si era así, estaba seguro que en algún momento cometería homicidio.
Resignado, comenzó a caminar hacia su driver room, debía prepararse para la carrera.
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La carrera había salido bastante bien, si Charles se lo ponía a pensar. Un cuarto lugar que lo ayudaba en el campeonato, y estaba feliz por su desempeño, algo frustrado por no llegar al podio, pero le puso contento ver a Ollie disfrutar su primer podio en la Fórmula Uno.
Volvió al garage, siendo felicitado por sus mecánicos e ingenieros. El Monegasco sonrió de oreja a oreja, saludando a todos, sin dudas, una de sus imágenes favoritas era ver al equipo feliz, cuando alguno quedaba en podio o simplemente era un buen fin de semana.
Se dirigió a su driver room para cambiarse el mono por una ropa más cómoda para luego saludar a algunos fans que se encontraban afuera, coreando y alentando. Charles no se inmutó cuando cierta figura se paro en el marco de la puerta.
En cuanto Charles se dió la vuelta, pegó un saltó al ver a Carlos Sainz, mirándolo de arriba a abajo. Inmediatamente, Charles se puso su camisa, intentando calmar el latido de su corazón.
—Señor Sainz, ¿Quiere matarme del susto? ¿Qué hace aquí?— indagó el ojiverde con interés.
El Español no dijo nada, su rostro era inexpresivo.
