Tres carreras, tres carreras han pasado en la temporada. Por lo tanto, la cuarta fecha del campeonato ya se va asomando para los fans y los pilotos. En Jeddah, Charles consiguió el tercer puesto, lo que trajo alegría al equipo, mientras tanto, en Melbourne, dios lo premio con una victoria, más que merecida.
Suzuka es el próximo circuito, y cada vez falta menos para que Charles deba tomar un vuelo desde Mónaco a Japón. Todo el mundo sabe que no es una pista en la que le agrade mucho competir. De todas formas, este año, este año es diferente, quiere conseguir la victoria, y de una vez por todas, hacerle el homenaje a su padrino, Jules.
Siempre le resulta algo difícil hablar de él, aunque quiera ocultarlo. Nunca entenderá como no hubo una bandera roja, o al menos un puto safty car. Quizás, si lo hubieran hecho, Jules estaría aquí, celebrando sus podios y victorias con él.Charles se acomodó en su asiento de primera clase en el avión privado de Ferrari, repasando mentalmente cada curva de Suzuka mientras miraba por la ventana. La última vez que corrió en Japón, había sentido la intensidad única del circuito, tan técnico como fascinante. El equipo había preparado el itinerario de siempre: reuniones, descanso, y un último ajuste en el simulador antes de pisar la pista. Pero Charles sabía que esta carrera sería diferente; con Carlos Sainz acompañándolos a cada carrera, sería estresante. Teniendo en cuenta la importancia de Suzuka para Charles.
Después de unos minutos de silencio, Ollie se levantó de su asiento y, con una sonrisa nerviosa, se acercó a Charles.
—¿Molesto si me siento aquí? —preguntó, señalando el asiento de al lado.
—Para nada, Ollie. Adelante —respondió Charles, girando un poco para mirarlo. Ollie aún tenía ese brillo en los ojos que delataba su emoción, a pesar de las largas horas de vuelo y del peso de las expectativas.
—Primera vez en Suzuka, ¿no? —dijo Charles.
—Sí, y me tiene un poco inquieto. Todo el mundo habla de cómo se siente correr aquí. Es un circuito icónico, y... bueno, no quiero decepcionar a nadie.
Charles sonrió, recordando sus propios primeros días en la Fórmula 1, cuando cada pista nueva era una mezcla de emoción y respeto.
—Todos pasamos por eso la primera vez. Suzuka es un reto, pero si dejas que el auto y tú fluyan con el circuito, sentirás que es como si estuvieras bailando. La clave es no pelear con la pista.
Ollie asintió, absorbiendo cada palabra. Charles podía ver que su compañero realmente quería aprender, no solo mejorar su técnica, sino también entender los matices que cada pista ofrecía.
—Sí, bueno... casi todo. He estado pensando en Suzuka. Hay una curva que me inquieta, la Dunlop... la 7. Sé que es difícil y... también sé que significa algo especial para ti. No sé si... bueno, ¿hay algo que deberías... o podrías decirme?
—La curva 7... —empezó Charles, bajando un poco la mirada—, sí, es una de las más técnicas y rápidas del circuito. Es donde Jules... mi padrino, tuvo su accidente. Cada vez que corro aquí, trato de recordar lo que me enseñó sobre controlar el miedo y la concentración en momentos difíciles.
Charles lo miró un momento en silencio, como si evaluara cuánto decir. Luego asintió lentamente, entendiendo la sinceridad en los ojos de Ollie.
Ollie asintió, sintiendo el peso de las palabras de Charles. No era común verlo abrirse de esa manera.
—¿Y cómo... cómo haces para no dejar que eso te distraiga? —preguntó Ollie en voz baja.
Charles respiró hondo, como si buscara la respuesta en sus propios recuerdos.
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Drive with you
FanfictionCarlos Sainz es presidente de la empresa más excitosa de Europa, Sainz Indrustries. Conoce al piloto de Fórmula 1, Charles Leclerc, ya que su empresa llegó a un acuerdo con la Scuderia Ferrari para ser su nuevo patrocinador.