Capitulo 4

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- Mientras hago negocios vas a estar por aquí cerca caminando ¿Cierto?

- Si.

- Bueno mi reina, nos vemos en un rato.

- Okey.

El muelle se ve algo grande, el mar se ve especialmente hermoso en este lugar, todo aquí se ve tan único.

- Todo aquí es único señorita, y disculpe que interrumpa sus pensamientos.

- No hay problema.

- Yo nací aquí y me crié aquí, pero he ido a otros lugares y ninguno se compara con esta belleza, le gustaría que le enseñará alguna parte en específica, sería un halago para mí mostrarle el muelle.

- Muchas gracias señor.

- Me llamo Tobías, puedes decirme Tobi.

- Okey señor Tobi.

- Que muchacha tan simpática eres, me recuerdas a mi nieta.

- Gracias señor Tobi.

- Solo dime Tobi muchacha, no seas penosa.

- Okey Tobi.

- ¿Qué te parece si te muestro mi barco?

- Me encantaría Tobi.

- No se diga más sígueme.

- Este muelle es muy bonito.

- Si es muy bonito. ¿Quieres que te cuente una antigua historia que contaban los marineros hace mucho tiempo?

- Si me gustan mucho las historias.

- Los marineros hacé muchas décadas contaban la historia de una mujer que vagaba por estos alrededores en busca de hombres para acabar con sus vidas y quedarse con sus almas, una vez a el año en la playa aparecían cuerpos de los pobres desafortunados que lograba atrapar, pero es una historia antigua de marineros.

- Es una historia interesante.

- Bueno llegamos a mi barco.

- Es un navío de madera no había visto uno así en persona, son muy raros hoy en día, no se utilizan desde el siglo diecinueve y está en perfectas condiciones es increíble.

- Toda una belleza, no lo crees, madera de teca de la mejor.

- Si.

- Lastima que ya no puedo navegar en el y a ninguno de mi familia le interesa mi bella Ángela, me encantaría que antes de morir alguien la ame tanto como yo.

- Y ¿Está a la venta su navío?

- Lo he intentado vender pero al ser un barco viejo nadie lo quiere comprar.

- ¿Cuál es su precio?

- No pido demasiado lo más importante es que alguien lo ame tanto como yo, su precio es de mil dólares.

- Qué le parece si me espera aquí un momento para hablar con alguien, no tardaré mucho.

- Por supuesto, no tengo ningún problema en esperarla.

- Bien ya vuelvo.

Sol, viento y marea Donde viven las historias. Descúbrelo ahora