Abismo

Confrontación

Manuel se encontraba frente a la puerta de un bar oscuro, el lugar donde había acordado reunirse con Hernández y su grupo. La atmósfera era tensa, y su corazón latía con fuerza. Sabía que estaba arriesgando todo, pero la necesidad de poner fin a esa pesadilla lo impulsaba. La única forma de proteger a su familia era acabar con este asunto de una vez por todas.

Mientras esperaba, pensaba en Lucero y josé manuel. La imagen de su hijo riendo, corriendo por el jardín, y el brillo en los ojos de Lucero eran el ancla que le mantenía firme en su decisión. No podía dejar que esa vida se desmoronara por culpa de sus elecciones.

Al entrar al bar, la penumbra lo envolvió. Las luces parpadeantes revelaron un grupo de hombres sentados alrededor de una mesa en el rincón más oscuro. Manuel reconoció a Hernández al instante, con su presencia dominante y su mirada amenazante.

H: Mijares. (Hernández se inclinó hacia atrás en su silla, una sonrisa burlona en su rostro) Me alegra que finalmente decidieras venir.

Manuel no respondió, manteniendo la mirada fija en el hombre que había creado todo ese caos en su vida. La tensión era palpable, y cada palabra que pronunciara podría ser un paso en falso.

H: Sé por qué estás aquí (continuó Hernández) Quieres salir del negocio. Pero eso no es tan fácil como parece.

M: No estoy interesado en tus juegos, Hernández. Quiero que dejes a mi familia en paz (dijo Manuel, sintiendo cómo la ira comenzaba a aflorar)

Hernández soltó una risa despreciativa.

H: Y qué me impide hacer lo contrario? Crees que tus amenazas me asustan? La única manera de asegurar que dejes a tu familia fuera de esto es si te aseguras de que ellos se olviden de ti.

Las palabras de Hernández calaron hondo, y Manuel sintió que la rabia se encendía en su interior.

M: No permitiré que le hagas daño a mi familia.

H: Y qué vas a hacer al respecto? (dijo Hernández, con una sonrisa arrogante) Estás atrapado, Manuel. Has tomado decisiones que no puedes deshacer.

La conversación se volvió más intensa, y Manuel se dio cuenta de que estaba en un juego peligroso. Pero no podía rendirse. Tenía que luchar por Lucero y José manuel, aunque eso significara enfrentarse a la mafia.

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Mientras tanto, en México, Lucero estaba a punto de descubrir más de lo que había imaginado. Jorge había hecho una llamada a un viejo amigo y, después de varias horas de espera, recibió noticias.

J: Lucero, parece que tenemos una pista (dijo Jorge, su voz era grave) Manuel está en Francia, en un pueblo pequeño. Se está escondiendo, pero hay problemas serios.

El corazón de Lucero se aceleró.

L: Dónde exactamente?

Jorge dio la dirección del bar donde Manuel se había reunido con Hernández. La angustia creció en su pecho, pero también la determinación. Sabía que tenía que hacer algo para ayudarlo, y rápidamente se puso en marcha. Tomó el primer vuelo hacia Francia sin importarle nada, solo el encontrar a su marido y estar juntos nuevamente.

***

De vuelta en el bar, la situación se tornaba cada vez más peligrosa. La conversación entre Manuel y Hernández había alcanzado un punto álgido, y podía sentir cómo la tensión en el aire se convertía en electricidad.

H: Vas a tener que hacer un sacrificio, Manuel. O te quedas con tu familia, o te quedas con tu libertad. ¿Cuál es tu elección?

Manuel sintió que la vida le daba un golpe en el estómago. La realidad de lo que estaba enfrentando lo abrumaba, y en ese momento, todo se redujo a una única verdad: no podía dejar que Hernández se saliera con la suya. Tenía que hacer lo correcto por su familia.

M: Elijo a mi familia. Siempre (respondió Manuel, su voz resonando con fuerza)

Hernández sonrió, pero había algo amenazador en su mirada.

H: Entonces, por lo que veo, esta será una noche larga.

Manuel sintió que la adrenalina comenzaba a circular por sus venas. La decisión estaba tomada. No podía permitir que le hicieran daño a Lucero y a su hijo. Se preparó para lo que podría ser la pelea más importante de su vida.

Mientras tanto, Lucero llegó al pueblo en donde manuel se encontraba, rentó un auto y condujo a toda velocidad, su corazón latiendo con fuerza y su mente llena de resoluciones. Sabía que era arriesgado, pero también sabía que el amor por Manuel la impulsaba hacia adelante.

***

A medida que el tiempo pasaba, las sombras en el bar comenzaron a moverse. La situación se intensificaba, y Manuel se preparó para la lucha que se avecinaba. Tenía que salir de ahí y regresar a casa con su familia. Las luces parpadeantes y los murmullos del lugar se convirtieron en un trasfondo distante mientras se centraba en lo que estaba por venir.

Las puertas del bar se abrieron de golpe, y Manuel sintió que su corazón se detenía. Lucero, empapada y con la determinación pintada en su rostro, entró en el lugar.

L: Manuel! (Gritó, su voz resonando en el silencio)

Los ojos de Manuel se abrieron como platos al ver a Lucero allí, y un torrente de emociones lo inundó. La preocupación, el amor, la ira. No podía creer que ella hubiera venido.

M: Qué estás haciendo aquí? Es peligroso! (le gritó, tratando de acercarse a ella)

Pero Hernández, al ver a Lucero, sonrió de una manera siniestra.

H: ah, así que este es el verdadero motivo de tu resistencia, Manuel. Tu querida esposa (Se volvió hacia Lucero, con una sonrisa burlona) Bienvenida al espectáculo.

La tensión en el aire se volvió palpable, y Manuel sintió cómo el miedo lo invadía. No podía dejar que le hicieran daño a Lucero. Tenía que protegerla a toda costa.

M: No te acerques a ella (rugió Manuel, su voz llena de furia)

Lucero, con el corazón latiendo con fuerza, se dio cuenta de que su decisión de venir había puesto en riesgo todo. Pero no podía dar marcha atrás. No podía dejar que Manuel enfrentara esto solo.

La situación era crítica, y las decisiones que tomarían en ese instante cambiarían sus vidas para siempre. El amor y la valentía se enfrentaban a la oscuridad, y la lucha por su futuro comenzaba ahora.

Holaaaa, aquí un nuevo cap, espero les guste🫶🏻. Xoxo💋