04. Tag, You're It

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Mirándome desde la ventana
Chico, me observaste durante un rato 

—¿Vos sos el chico Ochoa, verdad?— señaló al muchacho.

Aunque algo nervioso, sonrió y respondió a la pregunta, aunque algo sumergido en sus pensamientos pero lo suficientemente alerta.

—Si.— empezó a caminar hacia adelante, pensando en dar la vuelta y tomar otra parada que estaba a dos cuadras.

—¿Me recuerdas? Seguro que sí.— volvió a insistir caminando a la misma dirección —Vivo enfrente tuyo. Martino, ¿Te acordás?

"Te cortaré y te convertiré en mi cena

Has llegado al final, eres el ganador"

No le prestaba atención a los nombres, era malo recordando nombres y caras. Pero claro que ubicaba las dos casas enfrente de la suya, una estaba completamente abandonada y la otra habitada por un hombre que tenía un jardín con rosas rojas que su madre amaba.

Además, su hermano decía haber visto a un "fantasma" asomarse en las ventanas de la casa abandonada.

Decía que una vez se acercó a la ventana y empezó a golpearla mientras parecía gritar, hablaba que parecía ser un chico de unos 15 años con cabello corto. No se podía ver a través de las ventanas, pero dijo haber visto como sus manos se encajaban en estas mientras parecía pedir ayuda. Y que lo poco que veía de su rostro estaba completamente sucio.

Obviamente el niño se asustó y salió corriendo, curiosamente, ese fantasma no se volvió a asomar a la ventana.

Así que solo respondió:

—Ah si... ¡Hola!

—¡Hola! ¿Cómo están tus viejos?

De no haber hablado lo suficiente con Lionel, no habría entendido lo que acababa de preguntar.

—Eh... están bien.

Ya había llegado a la otra parte de la acera y empezado a caminar a la derecha pero el hombre iba en la misma dirección, haciendo que se sintiera algo nervioso.

No le gustaba toparse con adultos a mitad de la nada. Aunque pensaba ser bastante maduro, los adultos lo intimidaban.

Apretaba el asa de su mochila con nerviosismo a cada paso que daba.

Bajando tu ventana polarizada

Conduciendo a mi lado muy lento, dijo:

—Que bueno, salúdalos de mi parte.

—Si.

—¿Sabes? Que bueno que te encontré.— llamó la atención del menor bastante confundido y con un sentimiento de alerta —Porque acabó de terminar esto y quisiera una segunda opinión, ¿te gustaría verlo?

"Déjame llevarte a dar un paseo,

Tengo algunos dulce para ti adentro"

No estaba seguro, ya estaba oscureciendo, iba tarde a su casa, su madre debería estar bastante preocupada al igual que Saúl y toda su familia. Y estaba haciendo frío, el viento estaba demasiado helado como un escalofrío.

Balbuceó un poco viendo como a dos cuadras acaba de pasar un camión, aunque no sabía si era el suyo pero lo uso como una excusa.

—Bueno, señor Martino, ya es muy tarde y... mis papás me están esperando...

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⏰ Última actualización: Oct 28 ⏰

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Desde mi cielo (Mechoa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora