El placer de Cao, el traidor (h)
La sensación residual del clímax aún no se había desvanecido cuando Jiang Yuhan escuchó la voz de Yu Huai preguntando: "¿Eres el hijo de Bai Xiang, Bai Yi?"
El corazón de Jiang Yuhan dio un vuelco. Giró el rostro y, a través de las capas de cortinas, vagamente divisó una figura arrodillada afuera. Inmediatamente mordió sus labios, avergonzado y furioso, tratando de contener cualquier sonido.
No sabía en qué momento había llegado Bai Yi. Quizás había escuchado sus gritos al alcanzar el clímax, pero en ese momento Jiang Yuhan no sabía que había alguien afuera. Ahora que lo sabía, naturalmente, ya no podía actuar con la misma libertad de antes.
Bai Yi, quien antes estaba absorto escuchando los jadeos y gemidos de Jiang Yuhan, se sintió interrumpido por aquella voz. Involuntariamente, comenzó a sentir desdén hacia el emperador, aquel maldito perro.
Sin embargo, el poder del emperador era abrumador. No le quedaba más opción que seguir arrodillado obedientemente y responder: "Sí".
Como si hubiera notado la vergüenza de Jiang Yuhan, Yu Huai comenzó a mover lentamente su miembro dentro de él, aprovechando que Jiang Yuhan estaba atado e incapaz de resistirse, jugando con su cuerpo de manera provocadora.
Jiang Yuhan mordió sus labios con fuerza, incapaz de hacer nada para detener el comportamiento malicioso de Yu Huai, temeroso de que al abrir la boca, solo se le escaparan gemidos y jadeos.
Yu Huai lo miró con una sonrisa, aparentemente de buen humor, pero su voz seguía firme y profunda. Solo con escucharla, cualquiera pensaría que era extremadamente autoritaria, sin imaginar que el emperador estaba, en ese momento, jugando de manera indecente con la emperatriz, aprovechando que esta no podía moverse: "La emperatriz desea que te quedes esta noche, ¿qué dices?"
Bai Yi: "..."
Bai Yi permaneció en silencio por un momento, pero su mente no pudo evitar evocar el rostro de la emperatriz, ahora teñido de deseo, increíblemente seductor.
Su boca, de repente seca, hizo que Bai Yi se lamiera las comisuras de los labios. Las palabras de rechazo que tenía preparadas se desvanecieron antes de que pudiera reaccionar, y en su lugar, dijo: "Su sirviente está a disposición de Su Majestad y Su Alteza, la emperatriz".
Al pronunciar esas palabras, Bai Yi se arrepintió de inmediato. Según sus planes antes de entrar al palacio, debía mantenerse lo más alejado posible de esta pareja imperial y vivir tranquilamente en la corte.
Unos segundos después, desde detrás de las cortinas, se escuchó una risa suave: "Entonces te ordeno que vengas".
Bai Yi torció ligeramente los labios hacia abajo y ni siquiera se atrevió a levantarse. Solo se arrastró lentamente de rodillas, esperando que, a medio camino, el perro emperador cambiara de opinión y lo dejara volver a su cama a dormir.
Sin embargo, su deseo no se cumplió. El trayecto no era muy largo, y pronto llegó al borde de la cama.
Bai Yi mantenía la cabeza baja, ni siquiera se atrevía a echar un vistazo hacia la dirección de las cortinas.
Las cortinas fueron levantadas, y Bai Yi levantó la mirada instintivamente, cruzándose con unos ojos profundos. Se sobresaltó y bajó la cabeza de inmediato.
No lo había notado antes, pero este perro emperador al menos tenía una apariencia decente, aunque seguía sin estar a la altura de la emperatriz, ¡hmf!
Bai Yi murmuraba en su mente.
"Sube".
"…"
Bai Yi no se atrevió a moverse. Con cautela, lanzó una mirada hacia Yu Huai y se señaló a sí mismo: "¿Me llama… me llama a mí, su concubina?"
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Beta, el amor del Alfa y Omega 🔞
General FictionEstado: EN PROCESO DE TRADUCCIÓN ⚠️NO PDF. NO RESUBIR⚠️ ❌NO SCREENSHOTS❌ Alfa y Beta llevan años de relación, pero en la celebración del cumpleaños de la abuela del Beta, el Alfa es dr0g4d0. En la Universidad Z, hay un lindo Omega que se confiesa...