Cuando me quieras

Capítulo 8

Gala tuvo que apoyar la mano izquierda en el colchón por encima del regazo de Karime para no perder el equilibrio con el tirón y caer sobre de ella; y con la mano derecha la agarró del cuello a través del pelo, regalando pequeñas caricias con el pulgar sobre la parte baja de su mejilla, siguiendo la línea de su mandíbula. Las manos de Karime seguían aferradas a la tela de la camiseta entre ambas, relajando el agarre pero sin soltarla, como preparadas para volver a tirar de ella si la pelirroja intentaba separarse... Pero no lo hizo.

La intensidad del beso se fue calmando poco a poco y pasó de ser un sólo beso largo a unos pequeños besos cortos, cada vez más pausados y cada vez más breves. Hasta que finalmente dejaron de acariciarse los labios para apoyar sus frentes juntas, ambas con los ojos cerrados, intentando calmar sus respiraciones mientras se sujetaban una a otra por el cuello y el rostro.

—¿Qué estamos haciendo? — Preguntó Gala en un susurro, con los ojos aún cerrados y sin separarse un milímetro de ella.

—"Querernos." — Le respondió la pelinegra en el mismo tono de voz, regalándole caricias con las yemas de los dedos sobre la piel del cuello y la nuca.

La pelirroja movió la cabeza de un lado a otro de manera suave, como intentando rechazar la idea. —No, no es verdad.. Tú no-

—¡No puedo más! — La interrumpió Karime todavía sin separarse y sin abrir los ojos. —Te juro que lo intenté pero ya no puedo más, no puedo pararlo... "No quiero."

Al escuchar esto, Gala se separó un poco de su rostro para tomarla de las mejillas y poder mirarla a los ojos buscando una explicación mayor a lo que le estaba diciendo.

—Llevo mucho tiempo intentando luchar contra esto que me quema por dentro, haciéndome a la idea de que es mejor así, para las dos, para ti... Intentando hacer a un lado lo que siento para dejarte volar libre y que alcances tus sueños sin que nada te detenga, ni siquiera yo... Pero no puedo. — Negó de nuevo la pelinegra, y la miró fijamente a los ojos para poder decirle lo que sentía por fin por primera vez. —"Te quiero."

Para ese momento Gala ya tenía los ojos llenos de lágrimas... Muchas veces había escuchado de los labios de Karime decir que la quería, que la amaba incluso; ella misma se lo repetía constantemente también. Pero era la primera vez que aquellas palabras llevaban el peso real de su significado más puro y de alguna forma el escucharlas así se sentía muy diferente.

—¿Cómo... Cómo sabes eso?... ¿Desde cuando? — La pelirroja no podía terminar de asimilarlo. En su mente aquella idea no era posible. La había pensado y descartado muchas veces; la misma Karime se había encargado de darle a entender con sus actitudes que no era así.

—Lo sé porque es lo que siento... Te quiero. — Repitió. —Me enamoré de ti desde que te ví por primera vez y luego quedé hecha una estúpida que moría por ti cada vez más mientras más te conocía.

Gala tenía la mirada perdida en el piso, vagando entre recuerdos. —...Y sin embargo me rechazaste. — Rió con sorna. — Cada vez que lo intenté, cada vez que di alguna señal de querer avanzar hacia algo más, tú escapabas... ¡Me hiciste creer que era sólo cosa mía!

La pelirroja no pudo evitar levantar el tono de su voz al reclamar aquello, e instintivamente y sin que ni ella ni Karime se lo esperaran, Norris trepó a la cama entre las dos y se agazapó en el regazo de su ama; mirando fijamente a Gala como en señal de advertencia.

—Tranquilo bebé, no estamos discutiendo... — Le habló Karime al pequeño felino en un tono suave y le acarició el lomo para relajarlo. 

Gala se levantó de la cama y se alejó de ellos un par de pasos, dándoles la espalda. Todo lo que estaba pasando era tan irreal que parecía hasta absurdo.