Colmillos de Amor-Yoko x Tn

2-Tn es popular

Las chicas acudieron a la primera clase porque ya empezaban porque cuanto antes empezasen, antes terminará el curso pudiendo tener unos días más de vacaciones. Enid y el resto de las chicas estaban ya sentadas cuando llegó Tn acompañado de dos chicas. Eso sorprendió al grupo de chismosas pues no entendían lo que veían sus ojos. El joven saludó con una sonrisa a las tres antes de sentarse.

—Vaya...no sabía que era tan popular—comentó Enid sorprendida.

—Está misma mañana en el desayuno, las chicas se han acercado un poco porque según he escuchado, les resultaba algo atractivo—les dijo Bianca porque había escuchado un poco la conversación durante el desayuno.

—Ya veo—Enid miró al chico quien hablaba con suma tranquilidad con ella.

Yoko se quedó pensativa, el chico tenía algo que cuando lo miraba, no podía despegar los ojos hasta que un ruido captó su atención. Era la profesora quien les daría la primera clase. La mujer, conocedora de sus alumnos ya que revisó quienes les había tocado, le pidió algunas respuestas a Tn. En parte lo hacia para que el resto estuvieran al tanto de la complejidad del temario.

—Tn—llamó Miércoles—aquí tienes, el libro que me pediste, ciertamente te resultará interesante.

—Oh, gracias—tomó el ejemplar del libro—muchas gracias Miércoles.

—No es nada, ya me dirás tu opinión—la pelinegra volteó antes de regresar a su sitio.

En uno de los descansos de las clases, Tn estaba revisando unas cosas en el libro mientras les explicaba algunas cosas a las dos chicas con las que había acudido a la clase. Entonces, como solía pasar, el típico chulo apareció con sus dos amigos.

—Eh, Einstein, deja los libros—tiró uno de sus libros al suelo y se empezaron a reír.

—Esos idiotas—Yoko los conocía demasiado bien.

—Ya empiezan los problemas—Enid conocía también a esos tres pues eran dos hombres lobo y el otro era un vidente.

—Está mal arrojar las cosas de los demás—ante la mirada de estos, el chico agarró su libro, le sacudió el polvo cuando de pronto fue agarrado de la camisa y lo levantó a un par de palmos del suelo.

—¡Eh capullo!—dijo—¿te crees que puedes ir por ahí restregando que ligas?—preguntó haciendo fuerza.

—¡Vale ya Nurok!—exclamó una de las chicas antes de que le dijeran que cerrase la boca.

Miércoles estaba a pocos metros preparada para actuar, no por defender al chico, sino porque era la excusa perfecta para utilizar la violencia, y de paso...la tortura.

—¿Podrías bajarme?, no me gustan las alturas—dijo calmado y mirándolo a los ojos.

—Claro...—lo estampó contra el suelo y casi de cabeza provocando que las dos chicas como las tres chismosas dieran un pequeño grito.

Los tres se empezaron a reír, la pelinegra veía una pequeña cantidad de sangre y vieron a Tn levantarse mientras se sobaba la cabeza. Las gafas las tenía rotas y los cristales esparcidos por el suelo. Al mirarse la mano, vio sangre. Yoko ya lo sabía porque olió antes que nadie que tenía una herida cuando fue estampado contra el suelo.

—Has roto las gafas, está mal hacer eso—el chico se asombro que pudiera hablar con tanta tranquilidad a pesar de estar sangrando de la frente.

—Oh, deberías ir a la enfermería...toma un pañuelo...—metió la mano en el bolsillo y sacó el dedo del medio antes de reírse con el resto.

—Parece que tu cerebro necesita un poco de luz—entonces colocó la mano en el pecho del matón y de pronto liberó una gran descarga de electricidad provocando que empezase a dar gritos de dolor ante la mirada del resto. 

Pero había una persona que disfrutaba de ello, Miércoles. Le recordó a su tío pero éste chico parecía utilizar un mayor de poder. Cuando dejó de hacerlo, vio que el matón dio unos pasos torpes antes de caer y ser sujetado por sus amigos quienes le pedían que resistiera.

—Me duele un poco la cabeza—dijo antes de sentarse y tocar su herida.

—Deja que te cure—comentó una de las chicas examinándolo.

Tn fue trasladado a la enfermería donde le atendieron. Yoko se había sorprendido de ver que había plantado cara a ese matón. Nadie hasta el momento lo había hecho, no se metía con Miércoles porque incluso él tenía sus límites.

—¡Ha sido genial!—exclamó Enid—realmente es un chico interesante.

—Si, y le gusta a Yoko—Divina miró a su amiga.

—Os odio—dijo antes de echarse a reír.

La noticia de que Tn había plantado cara a Nurok corrió como la pólvora gracias a la página de Enid y el joven empezó a recibir solicitudes de amistad. Su perfil estaba lleno de libros, frases que le gustaban de algunos autores e incluso había participado en charlas a pesar de su corta edad. Quizás por eso Miércoles lo consideraba una persona más interesante que el resto.

Ese día tocaba la clase de esgrima y Tn se sentó a verlos participar porque le habían prohibido participar. También estaba usando lentillas haciendo que su cara pareciera otra. Yoko se sentó a su lado para preguntar como se encontraba en uno de los descansos de esgrima.

—Aún me duele un poco la cabeza, la violencia es horrible—respondió.

—Miércoles no opina igual—replicó ella sonriente.

—Ya, es una chica muy fuerte e inteligente, he hablado con ella y resulta muy fascinante—comentó haciendo que se pusiera algo celosa.

—Oye, luego si quieres podemos...tomar un café—dijo para cambiar de tema.

—Oh, claro. Te invito yo, así te agradezco por el tour—esbozó una sonrisa que hizo ponerse nerviosa a la vampiro quien se levantó y regresó a la clase.

—Uy, parece que alguien te quiere...hincar el diente eh—comentaba Enid dando pequeños codazos a su amiga para picarla.

—Eh, vale ya...—soltó una risita.

Al terminar la clase, Tn marchó a su habitación para descansar. Los idiotas fueron expulsados una semana debido a la gravedad de la herida del chico. A la mañana siguiente, el joven fue como de costumbre hasta su sitio cuando Yoko se acercó.

—¿Te viene bien está tarde?—preguntó algo nerviosa.

—Claro, me encantaría—contestó—además, tengo que ir a por unas cosas.

—¿Más libros?

—No, unas ropas que me he comprado. Pronto vendrá el frío.

Para Yoko, las horas pasaron muy lentas y más cuando se acercaba el momento. Las chicas le dieron unas ropas para que estuviera atractiva ante la negación de ella de que le gustase el chico. Pero con ellas era siempre así.

Por su lado, Tn estaba ya listo y revisando el teléfono cuando le entró una llamada.

—Oh, Emily...cuanto tiempo...¿vienes a Nevermore a estudiar?—su cara se iluminó.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo.