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— No, no, no, no. Taehyung, ata a nuestro hijo a su cuarto, no puede salir vistiendo así.

— Appa solo es un traje.

— ¡La policía puede arrestarte!

— ¿¡Por qué!?

— ¡Por exceso de sensualidad!

— ¡¡¡Appa!!!

Taehyung llegó sujetando su cámara y apuntando a su esposo e hijo, ambos fuertemente abrazados, aunque era más Kook tratando de que Jake no escapara de sus brazos. El Omega mayor olió los cabellos de su cachorro deleitándose con su aroma a miel.

— ¿Usaste tu shampoo especial?

Jake titubeó nervioso. — Tal- ¿tal vez?

— Sim Jaeyun, habla ahora, aún ni siquiera nos has dicho quién será tu pareja y ya sabemos que Sunoo irá con su Alfa.

— Bueno, Heeseung en realidad no es aún su Alfa solo lo está cortejando.

— Eso no responde nuestra pregunta muchachito.

— Iré con Sunoo, Heeseung y...

El timbre de la casa sonó antes de que pudiera terminar. Para ese entonces Jake ya estaba temblando de pies a cabeza, alisó los pliegues inexistentes de su traje color negro y ajustó su corbata que ya sentía que le asfixiaba. Esperaba que no hubiera ninguna mancha en su camisa blanca o que su cabello no estuviera tan desordenado, odiaría darle una mala impresión a Sunghoon.

Está bien, se encontraba demasiado nervioso.

Jungkook y Taehyung se postraron frente a la puerta y abrieron esta. Del otro lado un alto Alfa de cabellos castaños vestido elegantemente y con dos ramos de flores de distintos colores los esperaba. El chico al verlo carraspeó avergonzado y extendió uno de los ramos en dirección a Jungkook, era un arreglo de tulipanes color violeta. El Omega mayor los tomó sorprendido mientras Taehyung dejaba caer su mandíbula.

— Buenas tardes señores Sim, soy Park Sunghoon, espero a su hijo, ¿él está listo?

Kook boqueó por unos segundos antes salir de su ensoñación y asentir. — Sí, está por aquí, síguenos por favor.

Sunghoon asintió y luego giró hacia atrás, llamando con la mano a Heeseung y Sunoo que seguían en su auto, el cual recién lo había recibido como regalo de graduación de parte de su madre.

La pareja llegó a él y juntos entraron ingresando a la sala y esperando ahí a Jake quien se había escondido detrás del muro cerca de la escalera porque no se sentía listo. El corazón se le iba a escapar por la boca y sus manos se iban a caer de tanto que temblaban.

Su padre Kook llegó a él sosteniendo un hermoso ramo de tulipanes violetas. Jake los observó sorprendido. — Na-ah, estos son míos, los tuyos los vas a tener que recibir por ti mismo — su padre señaló la sala. —. Ya debíamos imaginar que ese chico Park iba a ser tu pareja, uhum.