Diario de los sueños De Nicolette

Aquí Nada Tiene Sentido

Mi querido Máx, mi perro, se escapa de casa y yo voy corriendo tras él ; al parecer habían instalado una estatua animatronica de un águila arpia por nuestro barrio. Todos estaban impresionados ya q eso a traería a bastantes personas. Máx estaba ahí sentado mirando la estatua y aproveche para tomarlo en mis brazos.
Fue entonces cuando alguien toca mi hombro, una chica de tez blanca y cabello largo castaño me pide hablar conmigo.

Yo dejo a Max en casa y la sigo, cruzamos la calle cerca d mi casa y nos dirigimos  a un mirador que estaba cerca. Fue entonces cuando ella reveló quien era, una vieja amiga que por cosas de la vida habíamos dejado de hablar y ahora, quería hacer las pases y volver a ser amigas. Me sorprendió mucho primero su cambio, no la reconocía y cuando fui a responder....

Me quede mirando el paisaje, se podía ver una gran mansión probablemente rusa, debido a su infraestructura que me recordaba a los palacios de Moscú. Tambn pude observar que tenía una especie de muñecos bailando sobre una gran muralla que tenían como cerca de la mansión, eran bastantes grandes a mi parecer.
Sin embargo a otro lado, había otra mansión, pero esta era mexicana y más alegre y tenía sus propios muñecos haciéndole competencia de quien se movía mejor sobre la muralla. De repente el mirador tenía temática mexicana y estábamos sobre caballos blancos tomando algo de tequila.

De repente en un cambio de escena, ya no me encontraba en el mirador con aquella chica, me encontraba en una especie de autobús con mi familia paterna y nos dirigimos a recoger mi abuelo en el camino. Al llegar él se encontraba en el campo junto a otros 2 hombres trabajando la tierra.

Y como fue un sueño breve, desperté.