Nuevo país, nuevo comienzo

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Kim Ha-na, era una estudiante surcoreana de 16 años. Había sido seleccionada para irse de intercambio a Japón. Estaba muy feliz, ya que siempre había querido conocer ese país por sus gustos sobre manga y animé. Junto a ella fueron seleccionados sus dos mejores amigos, Lim Ju-hyuk y Park Sejeon. Para facilitar algunas cosas, las familias de los tres, decidieron que vivirían juntos en un complejo de apartamentos. A su vez, ellos tendrían una familia anfitriona que vivían un piso más abajo, pero todos los días se aseguraban que los chicos coman bien, tengan todo lo necesario y no les falte nada. Con el idioma se manejaban bastante bien, ya que desde hacía algunos años ellos ya estudiaban japonés, porque pensaban aplicar al intercambio.

El día de partir había llegado. Los tres estaban en el aeropuerto junto a sus familias. Ha-na y Sejeon abrazaban a sus mamás y lloraban. Ambas eran mis apegadas a su familia y sabían que iban a extrañar demasiado. Por su lado, Ju-hyuk, estaba solo con su padre y su hermano pequeño, ya que su mamá había fallecido hacia algunos años. Aún así, su papá hizo que el y su hermano tuvieran una infancia feliz y sin carencias, motivo por el que siempre se esforzó para lograr progresar y ser el orgullo de su padre.

]LLAMADO PARA EL VUELO 817 CON DESTINO A JAPÓN[

La voz que anunciaba el arribo a su avión, les hizo brincar el corazón dentro de sus pechos. Tomaron lugar en la fila que conducía a la salida donde se encontraba el vuelo, y fueron subiendo uno a uno. Lo bueno es que les habían tocado asientos contiguos, así que estarían juntos todo el viaje. Lo malo? Es que los tres estaban nerviosos y no sabían cómo hacer para dormirse hasta llegar a su destino.



No puedo creer que nuestro sueño de estudiar juntos en Japón, se este volviendo realidad.- dijo Ju-hyuk moviendo su pierna con nerviosismo


Pues, de verdad que no me lo creo aún.- respondió Sejeon.- tu qué piensas, Ha-na?


Es que, no se cómo expresar lo que siento en este momento.- dudaste.- todo me parece un sueño..voy a extrañar a mamá, papá y mis hermanas... pero estoy feliz porque vamos a estar juntos como siempre quisimos



Oh, siempre tan sentimental.- dijo Ju-hyuk con tono de burla


Ashh, prefiero ser sentimental y no un trozo de hielo como tú.- respondiste y tu amigo te mostró la lengua. Por suerte Sejeon estaba en el asiento del medio. Ustedes eran muy amigos, pero con Ju-hyuk muchas veces peleaban por tonterías, aunque siempre terminaban riendo los tres. Siempre pensaste que ellos eran los hermanos que la vida te permitió elegir.

Luego de una hora los tres se durmieron  y solo despertaron cuando la asistente de vuelo anuncio el arribo a Japón. Bajaron del avión y al ingresar al aeropuerto, vieron una pareja que llevaba una pancarta con los nombres de ustedes, por lo que dedujeron que ellos eran su familia anfitriona. Se dirigieron hacia ellos y los saludaron, haciendo que se sorprendan por el buen manejo del idioma que tenían. Se presentaron como Usagi y Mamoru.
Al salir, se subieron al auto de la familia y se encaminaron al apartamento. En el camino les contaban que ellos nunca habían podido tener hijos, por ese motivo siempre reciben chicos de todo el mundo que acuden de intercambio. Al llegar al complejo de apartamentos, ellos los acompañaron hasta el tercer piso, ya que allí se encontraba el lugar donde ustedes decidirían y en el piso de abajo, estaba el apartamento de sus "nuevos padres" .
Ingresaron, eligieron sus habitaciones y guardaron todas sus cosas. Luego bajaron para almorzar con Usagi y Mamoru, mientras conversaban y reían contando anécdotas. Rápidamente se sintieron como en casa.


Faltaban unos días para comenzar sus estudios. Ya habían corroborado en sus casillas de correo y estaban en la misma clase. La 408A. Esos últimos días aprovecharon a pasear por Japón, conocer lugares que veían en sus animé favoritos, algunos santuarios. Se asombraban con cada paisaje que veían. Y no es que Corea no tenga sus paisajes hermosos, es solo que, es diferente.


El día domingo, estaban tranquilos en su departamento, cuando de pronto comenzaron a escuchar unos gritos y sonidos algo extraño se, que provenían seguramente del departamento de al lado. Bajaron el volumen de la televisión para entender de qué se trataba y al hacerlo los tres se pusieron rojos como tomates, al darse cuenta que se trataba de su vecino, teniendo algo de acción con una chica. Rápidamente subieron el volumen de la TV nuevamente, pero estaban en una situación sumamente incómoda. Dejaron pasar el rato y decidieron hacer como si nada hubiera pasado. Todo hubiera sido genial, si no fuera porque de pronto alguien les golpeó la puerta. Al abrir te encontraste con un hombre, visiblemente alto, vestido con un pantalón de jean azul oscuro, una campera de algodón gris claro abierta, la cual dejaba al descubierto sus pectorales que estaban notablemente trabajados. Al llegar a su rostro notaste sus ojos color granate, que te miraban  con una expresión de desagrado, con una ceja levantada. Su cabello color platino y masticaba chicle con la boca abierta. Al ver su expresión, un frío te recorrió toda la espalda, haciendo que tragues en seco



Bu~buenas tardes, señor.- dijiste casi en un susurro audible solamente para el hombre frente a ti



Señor!!?.- su grito te hizo asustar.- oye niña, que estés ciega? A caso no ves lo extravagantemente joven y sexy que soy?


Lo recorriste una vez más con la mirada. No podías negar que se veía muy bien, pero a tu parecer, era un señor. Después de todo, apenas tienes 16 años.- lo siento, no quise ofenderlo.- dijiste rogando por dentro que no se enoje y presente una queja con la familia que los hospeda


Olvídalo.- dijo restando importancia a lo sucedido.- solo bajen el volumen de la TV...es demasiado molesto



Molesto es lo que usted estaba haciendo hace rato!!.- le gritó Ju-hyuk desde adentro y te giraste para mirarlo con cara de "te voy a matar"



Al oír eso, el platinado se puso rojo y visiblemente nervioso.- oh, ehhh...lo siento.- dijo avergonzado.- no creí que fueran a oir...la próxima vez trataré de ser menos ruidoso


Descuide.- le dijiste con una sonrisa nerviosa.- mí amigo no queritofenderlo, señor


Niña, deja de llamarme señor!.- te dijo un poco molesto.- apenas tengo 23 años.- dio medio vuelta y se fue a su departamento


Ustedes tres se quedaron pensando en por qué tenían tanta mala suerte de que les haya tocado tener como vecino a uno que se la iba a pasar teniendo encuentro con mujeres. Y por lo que se vio de su aspecto, se notaba que en ocasiones, tenía aventuras con más de una mujer a la vez. Solo esperaban no estar cuando eso ocurriera, ya que sería extremadamente incómodo.




                                    --CONTINUARA--

Mi extravagante vecino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora