En la vida y en la muerte

Día 1

- ¿está segura que es una buena idea, señorita? - preguntó John, lacayo de los Bridgerton, mientras ayudaba a Eloise a descender del carruaje, se encontraba nervioso, la luna en el cielo era apenas una tajada de luz, estaban más allá de los límites de Mayfair y estaba seguro de que el vizconde lo mataría con sus propias manos si se daba cuenta de que él era quien había estado ayudando a su terca hermana en sus ilícitas actividades

Eloise se cruzó de brazos ante el cuestionamiento, sabía que John intentaba persuadirla por su propio bien, si Anthony se enteraba que nuevamente andaba sola por la ciudad la mandaría a Escocia u otro lugar lejano, pero ellos no podían entender, ninguno de ellos sabía quién era Penélope, necesitaba detenerla, asegurarse de que lo que su testaruda ex-amiga estuviera llevando a la imprenta no fuera algo que afectara a su familia o a ella misma, sabía que era imposible que Lady Whistledown no mencionara lo ocurrido, pero Penélope podía ser demasiado dura con sus palabras hacia su persona, lo había hecho antes - quizá no, pero es mi única opción - había hecho mal en confiar en Cressida, jamás quiso que se burlaran de Penélope, que la expusieran, necesitaba explicárselo, aunque nunca más volvieran a ser amigas, aunque siguiera furiosa con ella, deseaba corregir lo que había hecho y evitar más ruina sobre los suyos

La oscuridad rodeaba la iglesia en la que habían visto entrar a la pelirroja - la señorita Featherington es muy devota - dijo John con asombro

La castaña lo miró fijamente con recriminación - espera aquí - le indicó Eloise dispuesta a ir tras los pasos de Penélope

La pelirroja se encontraba hincada en una de las filas dentro del templo, parecía que realmente estaba ahí para orar, incluso quizá lo hacía. Eloise comenzó a sentir que había exagerado al seguirla hasta ahí, arrepentida decidió iniciar su camino de vuelta justo cuando Penélope se puso de pie encontrándola ahí - ¿Eloise? - preguntó confundida - ¿Qué haces aquí? -

La castaña frunció los labios - quería asegurarme de que no fueras impulsiva en tu nueva publicación - los ojos de Penélope se humedecieron - temo que fui yo quien hecho a andar el rumor de que Colin te estaba ayudando - la pelirroja la miró sorprendida - no fue intencional... lo prometo - dijo evitando mirarla a los ojos

- no tienes que preocuparte - dijo avanzando hacia ella - no hay nada en ese panfleto que vaya a afectar a tu familia -

- ¿y a ti? - preguntó cuando ambas estuvieron a la par

- nada que no sea lo que los demás ya dicen -

Eloise la tomó del brazo para impedir que siguiera avanzando - cámbialo - exigió - es innecesario, tienes el poder de suavizar el impacto, seguro alguien más hizo algo mucho más escandaloso -

Los ojos azules de la pelirroja se entrecerraron - no funciona así, Eloise - le dijo como si le hablara a una niña chiquita

La castaña sintió algo muy parecido a la ira burbujear en su interior - tal parece que te regodeas bastante en el papel de mártir -

Penélope que ya sabía que Eloise tendía a ser mordaz cuando estaba molesta, avanzó en dirección a la puerta sin decir nada más

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Penélope se acercó al lacayo de los Bridgerton - ¿Dónde está mi transporte? Debía esperarme - dijo exaltada

- lo he echado, discúlpeme, creí que ambas volverían juntas - dijo John apenado - no es seguro andar sola, señorita - añadió viendo más allá de ella, se dio cuenta que no hablaba con ella sino con Eloise

- buscaré la forma de irme - no quería pedirle ningún favor, tampoco quería quedar atrapada con ella y su desdén durante el trayecto

El sonido del cristal rompiéndose los alarmó - ¿¡estás loco!? - gritó un hombre unos metros más abajo en la calle - ¡detente! - vieron al hombre caer al suelo mientras otro se lanzaba sobre él como un animal salvaje, un quejido que reflejaba dolor y miedo en iguales proporciones los impulsó a moverse