La puta alarma sonaba en esa horrible mañana. Mis ojos pesaban y estaba segura que mis ojeras eran gigantescas. Otra pesadilla marco esa noche y me hizo desear no querer dormir nunca más.
El maldito día no pudo pasar más lento. Me quede dormida en inglés, pero la profesora no se dio cuenta ya que Amy, con quien comparto esa clase, me despertó antes de que la profesora me viera.
Al finalizar el día me dirigí a mi casillero a buscar el libro de ciencias, para luego ir a buscar a Beatrice.
-Bien, ya podemos irnos.-Dije al encontrarla.
-Sí, vamos.
Llegamos al aparcamiento y se montó en un hermoso auto negro. Me subí en el asiento de copiloto con una pregunta en mente ¿Y si es una asesina serial y me lleva a un bosque y me mata? Nos conocimos ayer y solo cruzamos un par de palabras... Debo mantener la calma y no entrar en pánico.
Ayer le avise a mi abuela que hoy llegaría más tarde, me dijo que no había problema pero que tuviera el celular encendido.
-Llegamos.-Dijo Beatrice. Bajamos del auto y subimos a su habitación. Comenzamos a trabajar, había cosas que no entendia para nada y otras que si, lo bueno es que pudimos trabajar bien.
-Nos demoramos pero al fin terminamos la primera parte.-dijo Beatrice alegre.
-Bien, ahora solo nos quedan nueve.- dije y su sonrisa se transformo en una mueca de tristeza.
Ya eran las nueve de la noche, así que decidí irme.
-Bien, ya es tarde, debo irme.-dije a Beatrice.
-Te iré a dejar, es muy tarde para que te vayas sola.-dijo cordialmente, a lo cual acepte.
Al salir de la habitación, los padres de Beatrice estaban en el living viendo tv.
-Beatrice, ¿Cómo es eso que ya te sacaron de clase el primer día?-dijo el padre, prácticamente echando humos por las orejas.-Estas castigada, dame las llaves de tu auto.
-Pero debo ir a dejarla.-dijo excusándose.
-Nada de eso, dame las llaves, irá tu hermano.-dijo el papá decidido.
-Me puedo ir en autobús, no se preocupe por mi.-dije dirigiéndome hacia su padre.
-Nada de eso linda. Alex, ¿puedes venir?-Dijo su papá, levantando la voz un poco. En eso aparece un chico por la puerta.
-No puede ser.- Me dije.-Es el chico del puente.
-Dime papá-dijo con una voz hermosamente ronca.
-¿Puedes ir a dejar a la amiga de tu hermana a su casa? Tu hermana está castigada por un mes sin auto.-dijo el papá dándole un énfasis a la última frase.
-Está bien, vamos.-Dijo sin siquiera mirarme. Me despedí de todos los que estaban en la habitación y salí de la casa.
-Si no quieres me puedo ir en autobús no te preocupes por mi.-dije antes de que él se subiera al auto.
-No te preocupes. Igual quería salir un momento de esa casa.-dijo subiéndose al auto. Al subirme no pude evitar mirarlo, miles de preguntas pasaban por mi cabeza en ese instante, las cuales quería preguntárselas todas.
Se veía que no quería conversar, así que no dije nada. Le di la dirección de mi casa y en 15 minutos ya estábamos afuera de ella.
-Gracias por venir a dejarme.-dije en voz baja, espere una respuesta, pero el solo asintió. Baje del auto y entre a mi casa. Estaba muy cansada, apenas me estire en mi cama me quede dormida profundamente.
