Caminando.
Paseando.
O simplemente alejándome de las emociones que están prisioneras en mi habitación, las cuales se me aferran fielmente como si yo fuera su reina.
Prefiero no estar mucho tiempo ahí, en esa caja de cartón que guarda mis lágrimas, mi tristeza y todo el dolor que me ahoga.
Continúo, fijo mi mirada en los árboles y en la gente que camina con esa sonrisa que todos usan; como si la tristeza fuera un secreto que nadie debe saber.
Como finjo yo, por ejemplo.
O como lo haces vos, seguramente.
Pero acá estamos, ¿no? Luchando por seguir adelante, aunque el corazón duela.
Sonriendo a la fuerza, aunque no sea real.
Viviendo, aunque a veces no queramos.3:02 am
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Melodías Del Silencio
No FicciónSumérgete en un viaje emocional a través de la madrugada, donde los pensamientos intrusivos son susurros inquietantes y la soledad un fantasma deambulante. En cada página nos enfrentaremos a la vida cotidiana, al vacío abrasador que se apodera de tu...