Good Parts [Summerz]

Supe que era la indicada...

Luego de las agotadoras clases de ese extraño colegio, ambas nos íbamos juntas hacia la dulcería. Siempre estábamos exhaustas, pero había algo en el acogedor momento a solas que nos hacía llegar con todas las energías.

Para que entiendan la sensación de estar caminando con ella, quiero que sepan lo que pensaba de mí misma en ese tiempo. Las malas partes que no quería que Kazuha conociera. Mi mal humor, mi necesidad de pelear cuando algo no me gusta o no me sale bien. Lo pesada que soy cuando alguien intenta ser mi amiga y las mil razones del porqué no tuve amigos en el anterior colegio, que Ajam y Ajum hablaban cosas malas de mí a mis espaldas y el porqué Sakura odiaba que la visitara al trabajo.

(Chaewon era alguien con personalidad tóxica)

Una envidiosa.

(Arruina vidas)

Perezosa.

(Abusadora de poder)

Pero Kazuha-

(Una loca que inventaba rumores para arruinar vidas a su favor)

(Egoísta, maltratadora psicológica, controladora, gruñona,,,)

Sakura, ya entendieron.

(Puedo seguir todo el día, la odiaba)

Pero Kazuha, en esos momentos, no lo veía como algo malo. No era estúpida, sabia que era una persona que debía de mantener distancia. Razones por la que me costó saber de verdad sobre ella. Sabía de sus gustos, pero ¿Y sobre ella? No se abría de verdad ante mí, ocultaba sus puntos débiles mientras conocía los míos.

—Las artes plásticas no son para todos—comentó luego del primer día—. Pero era chistoso como murmullabas como asesinar a la profesora ¡Te dije que era buena oradora! Aunque—en ese momento me abrazó el brazo para mirarme a los ojos como si yo fuera su persona indicada. Aquella mirada que me hace preguntarme ¿Ella también pensará en mi tan seguido como yo pienso en ella? Era ese tipo de mirada que te hacía caer cada vez más por ella—, debo de confesar que tuve miedo de que le tiraras la arcilla al profesor—rio con sinceridad, seguramente al imaginárselo como una animación caricaturesca.

Por mi parte, sentí que cualquier oportunidad de tener algo con Kazuha se fueron. Quería ocultar esa parte de mí de Kazuha. Que viera que soy una chica con que puede confiar y amar sin miedo de que algo malo le pase por mi mal humor. Pero ese lado ya lo conocía ¡Era obvio! Yo a esa edad era una estúpida. Me escuchó por tres meses hablas sobre mí, diciendo mierdas de otras personas e insultando a cada cliente que se iba.

(Kazuha la conocía muy bien y aun así ofreció a Chaewon a ser parte de su mundo)

Y no entendía el porqué, hasta que un día, un poco antes de dejar de verla, me lo dijo.

—Perdón, pero también lo hice por otra cosa—sus ojos estaban llorosos—. Quería que vieras que también tenías lados buenos, yo no los cree, Wonnie.

—No me llames así—yo también estaba llorando.

—Yo no te hice una mejor persona, solo hice que notaras que no eres esa persona que todo el mundo dice. Wonnie, siempre me agradaste, hasta con tu lado gruñón. Así que, mantengamos contacto ¿sí?

(No sabía de esa conversación, si hubiera sabido...perdón por hacerte recordar algo tan doloroso. Creo que tengo pañuelos para sus lágrimas)

Kazuha era la indicada. Lo supe cuando se rio de mis lados malos, como si no fueran nada de que preocuparse. Ella tenía razón, no creó mis lados buenos. Solo me hizo conocerlos para luego reforzarlos. Para ella no era una persona tóxica, solo era una persona artística que no sabía adaptarse en la realidad y ella me enseñó que no debo de tratar adaptarme, que es bueno ser una misma.

En aquellas caminatas hacia la dulcería comencé a contarles mis ideas para obras de teatros. Dejé de pasarme la tarde hablando mal de la gente.

Me acuerdo con perfección el cómo, con el tiempo, nuestras conversaciones se volvían más fluidas. Llegando al punto que una vez estábamos las dos, riéndonos de la actuación de un compañero que hizo de pirata. No me acuerdo cuanto tiempo estuvimos en eso (No llegaron a la dulcería hasta que cerramos), pero nos detuvimos para agarrar unas ramas de árbol y pelear como si fueran nuestras espadas.

Fue una pelea intensa, nos gritamos como si fuéramos verdaderos enemigos. Kazuha era una fantástica actriz, aunque su área fuera el baile. En un momento colocó su rama entre mis brazos y yo gemí de dolor como si me hubiese matado. Me acuerdo de que me sonrió con arrogancia, aun en su papel. Pero, en ese momento, creí que también había algo de cariño, que estaba disfrutando el momento como yo lo hacía.

Ese fue el día que quise besarla.

También, ese mismo lugar, dos meses después, de noche y con ambas llorando. Un gemido de dolor salió de mis labios cuando me dijo que se iba a ir. Mi cuerpo temblaba y sentía como mi corazón se rompía. Fue doloroso, más que los miles de cachetadas que me da Sakura cada vez que pienso en ella. No obstante, esa noche también quise besarla.

Pero, como Sakura siempre dice: Fui una cobarde.

En ambos momentos me retrocedí tres o cuatro pasos, llevé la mano en mi corazón y seguí como si nada hubiera pasado. Es grandioso notar como la vida no están distinta al cine, chicas ¿Debería de escribir sobre esto? ¿Sería una comedia o una tragedia? Supongo que depende mucho de si quiero cambiar el final.

Mi escena favorita sería cuando me invitó a ir al teatro, fuimos a ver un musical que ella sé sabia de memoria. Murmuraba las canciones y me contaba todos los datos curiosos que alguna vez le enseñó el profesor. También me enseñó algunos secretos y costumbres del escenario. Habló toda la obra y yo no podía ser más feliz.

Haría que enfocaran la cámara solo en ella, mostrando su perfil, como yo la veía. Ella tenía la mirada en la obra, sus ojos brillaban y ella movía sus manos para explicarme mejor. En los momentos que me miraba para comprobar que la estaba escuchando o que no me molestaba que hablase tanto, podía notar como su emoción aumentaba y se trababa un poco por tener tantas cosas que decir.

Si pudiera, grabaría una película entera de Kazuha hablando así. Sería mi película favorita y me encantaría ver que otras personas vieran lo fantástica que es esa chica. No quiero sonar mala persona, pero quiero contagiar a la gente con la medición de Nakamura.

Pero la verdad es que no sé cómo convertir esta historia en una comedia. Algo romántico con una final feliz. Lo he intentado. He pensado un millón de veces ¿Qué pude haber hecho para seguir siendo feliz a su lado?

¿Que tanto hubiese cambiado nuestro final si hubiese respondido algún mensaje o llamada que me dejó después de que fuera?

Puede que, en el fondo, quería conservar ese final. Con lleno de "y si..." y de buenos recuerdos. Ideal para crear alguna fantasía de una segunda parte. Sin un verdadero adiós que pude haber provocado en una ruptura de pareja. Porque puede que Kazuha fuera la indicada para mí, pero ¿Yo era la indicada para ella?

No importa cuanto tiempo pase o cuantos suspiros suelte por ella, no puedo encontrar alguna pista de que pueda ser que sí.