Good Parts [Summerz]

Cuando la vi...

Hace unos años...en 2019, cuando ella y yo teníamos tan solo 16 años. Me acuerdo de que en ese tiempo visitaba muy seguido a Sakura en su trabajo (Para robarme dulces), ya que era el único tiempo que podía hablarle.

¿Alguna vez les conté como conocí a Sakura?

Eso fue hace 6 años, en el colegio. Por pedidos de los profesores le tuvimos que hacer regalos personalizados a las personas que se iban a graduar. A mí me tocó Sakura, por lo que tuvimos que pasar un tiempo juntas para saber qué regalarle. Era una actividad muy aburrida (A mí me gustó), pero eso hizo conocer a mi mejor amiga, así que no me quejé (Por los primeros días pensé que me odiabas por lo mucho que te quejaste).

Luego de regalarle el mejor regalo de graduación del mundo (En realidad...si lo fue, me regaló un juego de Nintendo), nos comenzamos a ver afuera del colegio (Me acosó luego de ver que trabajaba en una dulcería). Siempre fue la misma rutina. Yo llegaba directo a ella a hablarle y preguntar por ella, a veces me quedaba ayudando, otras veces me quedaba tan solo observando a la mascota de la tienda de dulces, que era un mapache. Nunca entendí el porqué (Yo tampoco), pero era tierno.

Interactuaba muchas veces con la mascota. Preguntando quién tiene la razón cuando discutía con Sakura, también le preguntaba como le iba en el colegio, que era lo único que sabía de ella. Esta solo me mostraba el pulgar alzado del disfraz, ya que el disfraz no nos dejaba escucharla.

Era muy tierno interactuar con ella y mucho más verla trabajar. Bailando, actuando desesperadamente en conseguir algún cliente, tratando recoger los afiches del suelo, intentando grabar tiktoks. Era muy tierno.

Pero la primera vez que la vi fue casi dos meses después de visitar a Kura casi todos los días (Te urgía conseguir más amigos en ese tiempo, de tu edad). Fue cuando comenzó el verano y se sacó la cabeza de mapache para beber una botella de agua.

Siempre pensé que fue amor a primera vista, quedé embobada en menos de un segundo. Kazuha ha sido, lejos, la chica más hermosa que he visto en mi vida. Eunchae, deja tus arcadas que es cierto, si la vieras, estarías de acuerdo. Su sonrisa angelical que te contagiaba al inmediatamente, sus ojos brillosos por lo feliz que estaba solo por existir, sus labios, su nariz, su cabello negro, sus vibras (No se imaginen una supermodelo, solo una chica linda con personalidad de linda y extraña). Pero linda, Kura, la personalidad de Kazuha era hermosísima.

Luego de beber agua, cruzamos miradas, me saludó y se colocó la máscara del tierno mapache de nuevo. Pero en ese momento todo se me hizo más tierno. Saber quién era la que manejaba la mascota que se la pasaba la tarde haciendo el ridículo, hizo que me llamara mucho la atención.

Comencé a visitar a Sakura más seguido (No hay un más seguido, siempre fue todos los días de la semana). Quería conocer más a esa chica llena de energía. Pero no sabía como acercarme más. Intenté meterla más a nuestras conversaciones, pero siempre era lo mismo. Me alzaba el dedo pulgar o me miraba y alzaba los hombros como si no supiera que responder (Era una chica muy buena como para decirle a Chae que no estaba de acuerdo con ella).

Estuvimos en eso puede que tres meses. Vi su cara otra veces. Todo mi mundo se me detenía cuando eso pasaba, el cómo bebía agua con la mirada en la calle, lamentándose de perderse aquel público para luego mirarme, saludarme con una sonrisa y volver a colocarse el disfraz para seguir su actuación.

Mi horario de visita era desde las seis de la tarde hasta las nueve, que era cuando cerraban y Sakura me echaba del lugar. Kazuha entraba a la parte trasera con el disfraz, para llegar a la sección que era su casa. Por esas tres horas yo no hacía nada más que desear tener un poco más de interacción con ella. Tenía 16 años y tenía un enorme crush en esa mujer ¡Así que Eunchae deja tus arcadas! Así es el amor a esa edad.

Era doloroso cuando iba caminando a mi casa, derrotada porque no era nada para Kazuha. Quería conocerla, sentarme con ella y que me hablara por horas. Por esos meses, no pensaba en otra cosa que en ella. Puede que ya estuviera completamente enamorada de ella, pero eso lo supe cuando le dejé de hablar.

Pero ¡Hey! No me juzgues, Yunjin, que al menos tuvimos un tiempo que hablábamos.

Fueron los mejores meses de mi vida (fueron 4 meses). Pero para eso tengo que contar otra cosa para que sepan todo el contexto del cómo comenzamos a hablar.

Uno de los temas seguidos que tenía con Sakura era sobre que necesitaba amigas de mi edad y gustos, es por eso que comencé a inscribirme a algunos talleres del colegio. Eran entretenidos (no duró en ninguno, en las mayorías de las veces la sacaron por pelear), traté con el futbol (reventó la pelota con un lápiz luego de que no le contaran un gol), con jardinería (renunció porque le estresaba sus compañeros), basquetbol (lo mismo que el futbol), cerámica (le tiró un plato al profesor), periodismo (nadie le dio noticias porque le tenían miedo) y repostería (No duró ni un día porque la expulsaron por tirar otro plato a un profesor). Hasta que llegó un punto que me di cuenta de que no era un colegio para mí (la expulsaron), por lo que decidí irme (por casi matar a un profesor), para hacer nuevos amigos (que no le tuviera miedo)

Y ahí fue cuando Kazuha me habló por primera vez.

Llegué a la dulcería más temprano de lo normal. Ella aún no llegaba por estar en el colegio. Me costó reconocerla sin el disfraz y con el uniforme escolar. Su vestimenta me dio muchas pistas de lo hermosa que era también por dentro.

Su cara rallada con plumón rojo porque estar aburrida en clases, sus lentes rosados, sus orejas de elfo porque los compró ese mismo día camino a la tienda (Les recomiendo que se imaginen esas orejas falsas en toda la historia, porque las compró y no las soltó.), su cabello desordenado, su colección de llaveros extraños que colgaban por su mochila. Me acuerdo especialmente y con mucho cariño, el que tenía forma de un trasero de un perro y el de un pato disfrazado de doctor y y y el de un dibujo de un hombre haciendo caca.

Esa era Nakamura Kazuha a su máximo esplendor y lo mejor era que nunca ocultó su forma de ser. Era extraña, pero ella, y todos sabíamos que esa era la mejor parte de ella. Mucha gente se enamoró de ella, yo solo era una más que cayó rendida por su cálida sonrisa (No, Wonnie no era una más).

—¿Qué haces acá tan temprano?—parecía emocionada por verme.

—Me expulsaron del colegio—dije mientras me comía un chocolate (Que nunca me pagó)

—Wow, mis condolencias—se sentó a mi lado y yo mantuve mi mirada en la puerta donde entró, incapaz de verla de cerca—¿Qué se dice cuando eso pasa?

—Creo que un "felicitaciones", eso estaría bien para mí.

—Pues, felicitaciones por tener vacaciones adelantadas, me da hasta envidia—yo solo afirmé con la cabeza—¿Y qué harás ahora?

—Buscar un nuevo colegio—me acuerdo de que interrumpió Sakura.

—Oh, ¿Por qué no te matriculas al mío? Aprovechando que ya somos amigas, así se te hará más fácil adaptarte.

—Acepto—respondí rápidamente.