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Porque sus golpes era besos y sus gritos un te amo, cada que él besaba esas marcas moradas y verdes podia sentir las mariposas en su estomago o tal vez eran sus tripas queriendo salir por su boca, sus ojos estaban vendados y solo podia ve...
Estaba sentada en el sofá, con la mirada gacha y sus papás enfrente suyo.
—¿Fue él, verdad?— pregunto su padre. —¡Responde!—
—Cielo, calmate...— murmuro su mamá.
—No te metas.— escupio, tomó a la chica del brazo. —¿Fue él o no?—
—Que no...— respondio con un temblor en la voz.
—¿Me crees estupido?— dijo y la solto. —Ese muchachito no tiene porque alzarte la mano, que no es nadie.—
—Que no fue él.— susurro.
—____, no lo tienes porque defender.— dijo la mujer acercandose a ella.
—Pero... mamá, no fue él— musito. —Ya les dije que me caí.—
—¡Claro! Porque te caiste y te golpeaste en la barbilla.— dijo con sarcasmo. —¿Como te "caiste según tú?—
—Estaba... me.— balbuceo. —Solo me caí.—
—Voy a hablar con ese niño y sus padres.—
–¡No! No... papá, por favor...—
—¿Por favor que, ____? Te golpeo, eso no esta bien.—
—Es que no fue él, ¿que te cuesta entenderlo?—
Miro un momento a su hija y suspiro con frustracion.
—Okey... okey.— murmuro. —No fue él, pero te vuelve a pasar o te hace algo peor. No te quiero ver llorando ni vengas conmigo ni con tu madre, porque no haremos nada.—
...
Se miraba en el espejo atentamente, su piel palida estaba pintada de marcas rojas, moradas y verdes cada una hechas por Taiju. Termino de arreglarse cuando escucho el timbre, emocionada salio y camino hacia la puerta, recibiendolo.
—Te ves... hermosa.— dijo, rodeando su cintura con su brazo pegando su cuerpo al de él.
—Gracias...— musito, con una leve sonrisa. —¿Nos vamos ya?—
Él asintio y la tomo de la mano, para caminar fuera de allí.
...
—_____— llamo la Shiba, con un tono de preocupacion. —Dios, ¿que te paso?—
Ella estaba saliendo de la habitacion de Taiju, y su cuerpo se tenso al oirla.
—Nada...— murmuro. —¿Tu hermano salio, no?—
—Ah, aja... si.— se acerco a ella, tratando de verla. —____, ¿por que sigues aquí?—
—¿Me estas corriendo?— pregunto, tratando de hacer un chiste. A lo cual Yuzuha no reacciono.
—Me refiero a porque sigues con Taiju.— dijo, la tomo de la muñeca observando unos moretones. —Ven, se te ven mal...—
—No, no... hay necesidad yo los puedo tratar sola.— miro un momento a la chica y suspiro. —Esta bien.—
Les dejo otra historia que acabo de subir:
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