•《𝐿𝑎 𝐹𝑙𝑜𝑟 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑒 𝐶𝑎𝑢𝑡𝑖𝑣𝑎》• Muzan y Tú. [En proceso]

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El ruido provocado por tus succiones y ahogos se podían escuchar por los pasillos, estabas con Muzan obviamente pasando otro momento de placer juntos.

—Han pasado dos meses... Pero aún sigues siendo tan inexperta en esto...mgh... Déjame ayudarte— te agarró de tu cabello enredó este en sus manos y jaló de modo que empujó todo su miembro hasta el fondo de tu garganta— Vamos practiquemos de nuevo ...respira—

Intentaste con todas tus fuerzas y resistencias pero empezaste a ahogarte apenas los segundos pasaron, diste palmadas a su pierna para decirle que te deje respirar pero lo único que conseguiste como respuesta fue la absoluta nada.

—Si no explotamos tu resistencia jamás la mejoraremos—

Alzaste tu mirada sin poder separarte de el, notaste su mirada de disfrute ¿Le gustaba verte así? Por supuesto que sí.

—Tu garganta aprieta mucho, sabes… se siente bien— sonrió y comenzó a embestir estimulando tu boca y garganta en eso— Mierda agh voy a acabar si sigo así—

Jadeaba y gruñía mientras tú sentías que su miembro se hacía más grande.

—Más te vale que lo tragues todo— Pudiste sentir su semen empezar a salir y descargarse en tu garganta, empezó a separarse de ti luego de haber dejado hasta la última gota en ti— Lo hiciste bien... Pero aún no terminamos—

Una alarma comenzó a sonar, era hora de que vayas al instituto, miraste a Muzan y por su parte solo puso una expresión de irritación.

—Lo siento, ya tengo que irme o llegaré tarde—

—Iré a buscarte yo esta vez— dijo de repente y eso te había tomado por sorpresa—

—O-Oye ni se te ocurra hacer algo como eso, no puedes simplemente aparecer en mi institución y llevarme como si nada... Va a ser muy sospechoso y empezarán a hablar de mi—

—Sólo dí que soy un pariente tuyo... Un tío o algo— Propuso esa mentira mientras se limpiaba y ponía los pantalones—

—E-Está bien, pero ni se te ocurra hacer algo raro estando cerca de ahí—

. . .

Llegué como de costumbre, me cambié los zapatos y guardé algunas cosas en mi casillero.

—¡Buenos días ____!— Me abrazaron por detrás—

—Sakiko buenos días— saludé con la actitud que acostumbré a mostrar a todos—¿Trajiste tus papeles médicos?—

—Sipi—Sonriente me los puso en la cara—Ya puedes dárselos a los directivos—

—Lo sé, vé al aula y yo lo entregaré por ti—Le saqué los papeles y la vi irse—

Caminaba por los pasillos hasta que me crucé con el profesor Rengoku. Saludé con una reverencia pero seguí de largo hasta donde la secretaria.

—Buenos días secretaria Nakime, permiso, vine a entregar esta ficha médica de la alumna Sakiko Kataro—

—Si, adelante, puedes dejarlo aquí en el escritorio y luego los sellare— dijo la mujer mientras leía una carpeta que estaba en su escritorio—

Dejé los papeles a un lado, iba a retirarme de allí pero la mujer habló de golpe.

—____ Satou, verdad? Sólo te diré algo... Piensa en las cosas que estás haciendo antes de que sea tarde—se acomodó los lentes con marco color rosa que tenía— puedes irte—