Poco, un joven mexicano de baja estatura y amante de la música, intenta sobrellevar su vida académica mientras esquiva las burlas y abusos constantes de sus compañeros. Por otro lado, Emz, una creadora de contenido que también asiste a la misma acad...
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Sábado, 9:00 a.m.
—¡Esta fiesta será un boom! ¿No lo crees, Max? —preguntó sonriente.
—Me imagino que te has dedicado a esto toda tu vida —habló sarcásticamente—. ¿No podías decorarlo mejor?
—¿Eh? —miró seriamente mientras observaba a su alrededor—. ¿Qué, no se ve cool?
—Cool... ero —soltó una pequeña risa.
—Ya, chistosa, a mí me parece genial. Además, aún no has visto el toque final —exclamó mientras se dirigía hacia un interruptor.
—Sorpréndeme —dijo sin interés alguno.
—Observa.
Dicho esto, las luces se apagaron, tiñendo aquel lugar de un color rojizo. La joven de capucha solo pudo observar perpleja; sin duda, su amigo se había lucido. Era simplemente impresionante.
Mientras la joven de capucha observaba a su alrededor, su vista se posó en cierto letrero de letras rojas y negras.
—"Zona restringida"? —preguntó.
—Así es, "zona restringida". ¿Te gusta? —sonriendo, se acercó—. Digamos que ser rico tiene sus beneficios.
—Digamos que si no fuese por tu manera de vestir, pensarían que robas —dijo mientras le daba un codazo.
—Sabes, deberías ser comediante —exclamó sarcásticamente mientras la apartaba.
—Gracias —contestó sonriente—. Oye, pero sabes, esto está increíble. Debo admitir que te luciste esta vez —observando cada detalle del lugar.
—Lo mejor de esto es que el color variará entre rojo y azul cada cierto tiempo. Claro que la luz no es tan fuerte; si te diste cuenta, transmite calidez.
—Parecen luces de un prostíbulo —dijo, aguantando la risa mientras miraba a su alrededor— Aunque, sabes, te luciste esta vez. Mis respetos, Brock.
—Será genial, ya tenemos todo listo. Estamos solo a pocas horas; nada puede salir mal, ¿sabes? —exclamó mientras se dirigía hacia los interruptores.
—Agradezco que tus padres tengan un lugar como este.
—Ni que lo digas —acomodando algunas cosas—. Normalmente estaba pensado para ser una oficina, pero ahora digamos que es como un sótano.
—Teniendo en cuenta la estructura del lugar, es un sitio muy bonito para ser un sótano.
—Pues sí, pero mientras no guarden nada, me conviene —exclamó sonriendo.
—¿Eso de allá es de tu padre? —señalando un pequeño estrado.
—Eh, no, lo alquilé por esta noche. Ahí Surge pondrá sus cosas; será un gran DJ.
