Dulce NO tan Dulce (borrador terminado) ✔️

9 SUSAN

—¿qué acabas de decir? —me parece increíble como en los últimos días he pasado de la tristeza a la ira en cuestión de segundos. Lo que más me sorprende es lo que ese cambio provoca en mi cuerpo.

Me bajo del regazo de Aarón y pongo distancia entre nosotros. No estoy segura de haber escuchado bien, pero cuando me llevo la mano al pecho al nivel de corazón adolorido miro en sus ojos que se arrepiente de haber dicho lo que dijo.

"No puede ser posible, ¿verdad?"

Por todo lo que siento por él espero que no.

Aarón se levanta de la cama que fue siempre de mis padres, juraba que todavía podía olerlos en las sábanas.

Llegué aquí desde muy temprano y me pasé por cada habitación recordando los años de felicidad que viví con ellos. Por eso me sorprendí cuando encontré ese sobre en la caja fuerte de su habitación.

Reviví Las muchas travesuras y las caras de angustia en sus ojos al ver que lo inquieta que era. Desde muy chica aprendí a perfeccionar mi máscara para el mundo. Llegó un momento en el que me creí que esa persona con máscara era realmente yo.

Hasta que llegó Aarón y con sus ojos marrones me penetró el alma sacando esa parte de mí que escondí hace mucho tiempo y que nunca me permití darle a nadie.

Empiezo a caminar para atrás cuando Aarón se acerca con cada paso que da hacia mí. Levanto mis manos y niego con la cabeza.

—por favor dime que no es verdad lo que acabas de decir... por favor dime que no lo has sabido todo este tiempo y decidiste ocultármelo.

Sigo sacudiendo la cabeza cuando llego a la pared del fondo y Aarón me alcanza. Me rodea en un abrazo que aunque quiero resistirme, soy consciente de que en sus brazos es el único lugar donde encuentro descanso.

—ángel, por favor déjame explicarte. No es lo que parece. —su ceño preocupado se pega a mi frente y respiro su miedo.

—entonces dime, ¿por qué dijiste que conoces a quién es mi verdadero padre? —estoy gritando con mis puños cerrados en su camisa de seda.

—necesito que me escuches, no es lo que parece.

—¿y qué es? Porque lo que parece es que me has ocultado la verdad más importante de mi vida. —no siento las lágrimas correr por mis mejillas hasta que las manos de Aarón las secan.

—sé lo que parece y te juro que nunca fue mi intención ocultarte algo tan delicado.

—¿desde cuándo? —preguntó con la garganta cerrada.

—¿desde cuándo lo sé? —pregunta en un hilo de voz.

—si maldita sea, ¿lo has sabido todo este tiempo? —siento que me sangra la garganta. Todo se acumula en mi mente. La muerte de mis padres, la forma en que los perdí de un día para otro. Mi deseo de venganza y de dejar salir algo que he escondido por muchos años dentro de mí.

¿Y ahora esto? Descubrir que mis padres no son mis padres. Que me adoptaron cuando tenía dos años de edad y que nunca fueron valientes para decírmelo.

La voz de Aarón me saca de mi miseria mental.
—lo supe el mismo día que tus padres murieron. —cierro los ojos porque la imagen de ellos tirados en el suelo de la cocina es lo último que tuve de ellos y no me gusta para nada. —ángel ¿estás bien?

Sacudo la cabeza porque en realidad no lo estoy. No he probado bocado desde ayer y creo que estoy teniendo un bajón de azúcar o algo parecido.

—ángel, siéntate por favor. —me pone la mano en la frente. —¿cuándo fue la última vez que comiste?