Los besos dónde quieras 💋

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El silencio de la noche acompañaba sus pasos, pasos que dejaban un ligero eco en el vacío pasillo de Hogwarts, una sonrisa de oreja a oreja, mientras andaba con una mano en el bolsillo y la otra limpiando el labial de su cuello, amaba esa evidencia pero estaba seguro que a Remus no le gustaría, sabía, no era estúpido, que el tenía sentimientos por su persona pero Sirius Black no tenia intención de ser serio con nadie, apenas estaban iniciando el 6to curso y no planeaba siquiera casarse, le dolia un poco no pensar en Remus como posible amante pero no lo lastimaria con sentimientos falsos, llegó a su cuarto y con sigilo se metió en su cama, se acomo con la almohada y recordó lo que habia hecho previamente, una cintura delgada que contorneo con la yema de los dedos, unos pechos redondos, con unos pezones rosados exquisitos, los labios de la chica en su cuello dejando marcas de lo que sucedió entre ellos, lo recordó y se enorgulleció, no podía pedir mejor vida a sus 17 años.

Por el contrario Lucius Malfoy daba sus rondas nocturnas como solía hacerlo de vez en cuando, por principios quisieran pensar los demás, pero no, Malfoy era metódico, le gustaba el orden, la seriedad, y lo controlable, odiaba tanto como un mago podía rebajarse a sus más bajos instintos, sus ojos despreciaron lo que vieron en el segundo exacto cuando su vista se poso en ese acto tan desagradable, un pelinegro de Gryffindor de espaldas a él, justo en medio de la noche, con las piernas de una mujer en la cintura, contoneando las caderas, el sonido de cada embestida, los gemidos horrorosos de la chica, no dudo ni un poquito en descubrirlos y dejarlos en evidencia, pero cuando aquel pelinegro se dió la vuelta, todo su cuerpo se quedó estático, esa expresión que puso el heredero Black, una expresión de lujuria, pasión, desenfreno y placer, despertaron en él algo que dudaba tener, o que había olvidado al pasar el tiempo, se dio vuelta y regreso en silencio a su habitación, suspiro y cerró los ojos, recordó esa expresión y pensó "¿Y si yo lo hiciera mío?"
Y esa imagen le encantó, abrió los ojos, miro al techo y una sutil sonrisa apareció, si, su objetivo ya estaba decidido.

•♥•

- ¿A qué hora llegaste anoche? - pregunto James cuando despertó

- No muy tarde, casi a media noche - respondió sonriente, mientras en una esquina Remus estaba un poco incómodo - Muero de hambre, apúrense

Al poco rato bajaba el cuarteto para ir al gran comedor, charlaban de muchas cosas y de nada a la vez, la rutina seguía siendo la misma, llegaba al gran Comedor y escuchaban siempre a lo lejos a la chica suertuda de la noche hablando de lo maravilloso que fue acostarse con Sirius Black, algunas presumían que él las amaba, graso error, porque Sirius Black no amaba a nadie

- ¿Le dijiste que saldrías con ella? - preguntó Remus mientras desayunaba

- No, ella sola saco ideas Rem - refutó sonriente

- Pu... pues, qué castro...sa es, mintien..do así - agregó Peter

- No sé cómo es que piensan siquiera en que saldré con ellas, el sexo es lo único que me interesa y la verdad es que si estaba buenísima - bromeó y tanto él como James se tiraron a reír.

Unos minutos más tarde el silencio inundó el comedor, ya todo mundo sabia quien era el causante, Lucius Malfoy, el chico con mas estatus en Hogwarts, si bien Sirius, James y alguno que otro pertenecía a las sagradas 28 familias el único en consolidarse cómo lider fue Malfoy, y esto debido a su excesiva obsesión pot el poder y control, Sirius lo miro un rato pero lo ignoró, ninguno de ambos tenía motivo como para entablar una conexión.

•♦•

Corría por el pasillo a toda velocidad, por estar besando a no sabia quién, se le pasó el tiempo, sabía que James lo reñiria más tarde, por saltarse la clase donde él era su pareja, "maldita sea porque tenían que cambiar las escaleras en ese momento" pensó apresurando el paso, un segundo más, una vuelta a la esquina y chocó, cayó tan fuerte que le dolieron los codos, las manos y las rodillos

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