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"𝐑𝐞𝐛𝐞𝐤𝐚𝐡"

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"𝐑𝐞𝐛𝐞𝐤𝐚𝐡"

Los hermanos Salvatore y el híbrido habían regresado a la bóveda. Allí encontraron el cadáver del vigilante.
Aryana observaba a su alrededor, temerosa de un posible ataque de la hermana del híbrido. Ya no sabía qué creer y qué no. Estaba atrapada en un trance mental, incapaz de encajar las piezas del rompecabezas que tenía ante sí.

—Rebekah... soy tu hermano mayor — dijo Klaus, divertido—. Anda, hermanita, por favor, aparece.
De repente, una ráfaga de viento recorrió la sala, y Aryana vio una sombra que se acercó rápidamente a Klaus. Antes de que pudiera reaccionar, la figura le clavó una daga en el pecho.

Ante ellos apareció una joven de estatura similar a Aryana. Tenía la piel pálida y suave, cabello dorado, y unos ojos azules que brillaban con frialdad.
Stefan frunció el ceño, confundido, sin reconocer a la mujer.

—No sufras —dijo la joven, retirando la daga del pecho de Klaus y deiándola caer al suelo con un ruido seco—. Sabías que no moriría.

Aryana rodó los ojos con hastío.

—Pero esperaba que al menos te doliera un poco —añadió la joven con rencor mientras le daba la espalda y comenzaba a caminar por la bóveda.

—Entiendo que estés molesta conmigo —dijo Klaus mientras ponía una mano en su hombro, haciendo que ella se detuviera—. Pero lo voy a dejar pasar... solo esta vez.

La mujer rodó los ojos ante el tono amenazante del híbrido.

—Te he traído una ofrenda de paz — añadió Klaus, señalando hacia adelante con la mirada.

Ella lo miró confundida hasta que vio aparecer a Stefan y a Aryana.
Rebekah sonrió al reconocer al hombre que había amado antes de que su hermano lo apuñalara, y también a la mujer que se había convertido en su mejor amiga y confidente.

—¿Stefan? —preguntó, aún incrédula, mientras lo miraba con sorpresa—.
¿Aryana?

La aludida le devolvió una sonrisa leve, igual de desconcertada.

Klaus se acercó a Stefan y le puso una mano en el hombro.

—Recupera la memoria —ordenó.
Stefan cerró los ojos como si estuviera entrando en trance. Aryana lo miró con preocupación, pero pronto él los abrió de nuevo y esbozó una pequeña sonrisa.

—Rebekah... —susurró, recordando los momentos que había compartido con la original. Se acercó a ella con calma, pero la voz de Klaus lo detuvo en seco.

—Stefan —llamó el híbrido.
El chico de ojos verdes lo miró, y un recuerdo invadió su mente.

—Ven, tómame una foto con mi hermano —pidió Klaus al fotógrafo, quien se posicionó frente a ellos mientras los dos hermanos se abrazaban por los hombros.

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⏰ Última actualización: 5 days ago ⏰

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𝑇𝑟𝑎𝑖𝑡𝑜𝑟  • K. MikealsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora