Capitulo #7: Lágrimas en la Nieve

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En el capítulo anterior:

—Creo que ya es suficiente por hoy —dijo el segundo guardia mientras comenzaba a guardar sus instrumentos, cada uno de ellos representando un capítulo más en el cruel relato de su noche. Pero su rostro se iluminó con una promesa siniestra—. Pero no te preocupes, Dorian. Volveremos mañana. Su risa retumbó al salir, dejando tras de sí un eco de desesperación en la celda, mientras Dorian se quedaba solo, atrapado en su horror, en su propia prisión de dolor.

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Capítulo 7: 

Se podía ver a Sephirius observando, con una mezcla de satisfacción y asombro, el caos y la destrucción que había desatado en la ciudad. Su rostro se iluminaba con una gran sonrisa, como si finalmente hubiera encontrado su verdadero propósito al provocar el tumulto que lo rodeaba. No lo malinterpreten; no era su intención convertirse en un villano de leyenda. Sin embargo, había llegado a aceptar un antiguo adagio: "Si el mundo espera lo peor de ti, entonces, ¿por qué no entregárselo?"

Pero en medio de esta euforia destructiva, algo, un pequeño susurro de duda comenzaba a deslizarse en los rincones de su mente. ¿Era realmente ético torturar a su antiguo... amigo? La idea le causaba un profundo desasosiego.

—No puedo odiarte, a pesar de que quisiera y me obligues a hacerlo —murmuró al aire, su voz impregnada de pesar.

Mientras caminaba entre los escombros, sus pasos dejaban huellas en la blanca y hermosa nieve. Aunque ahora estaba manchada de un rojo intenso, el contraste le daba un aire casi artístico. A su alrededor, los cuerpos caídos eran testigos silenciosos de su furia, niños, hombres, y mujeres, todas víctimas de un destino despiadado. Sephirius solo observaba, sin remordimientos. Para él, todos se merecían este desenlace.

Su mirada se detuvo en el lamentable espectáculo de mujeres, la mayoría desnudas y con signos evidentes de abuso sexual. Había sospechado que sus hombres podrían haber cruzado esa línea, pero nunca había querido creer que esas atrocidades pudieran ser ciertas. La realidad lo asqueaba, incluso a él, que se había tornado insensible a la muerte.

—Esto realmente da asco —murmuró para sí, sacudiendo la cabeza como si intentara sacudir esas imágenes perturbadoras de su mente.

Decidido a buscar respuestas o, al menos, una vía de escape de esas perturbadoras reflexiones. Se dirigió de regreso a su castillo. Tenía mucho en qué pensar. Arribando a su recámara, se sentó pesadamente en su escritorio, mientras la mirada perdida en la ventana revelaba que algo no encajaba, algo que se le escapaba entre los dedos.

Cerró los ojos con fuerza, y, en ese instante, una imagen de él y Dorian apareció en su mente. Recuerdos de su infancia, llenos de risas y despreocupaciones, regresaron como fantasmas de una época más simple. Esa etapa, tan llena de inocencia, era una que echaba de menos con toda su alma.

Sephirius abrió los ojos lentamente, como si al hacerlo estuviera cerrando la puerta a esos recuerdos de niñez que ahora parecían pertenecer a una existencia completamente distinta. El retorno a la realidad fue brusco, incluso más frío que la nieve que caía fuera de su ventana. Dentro de él, algo se contorsionaba con desagrado, una sombra de duda que trató de ignorar.

Se levantó de repente de su asiento, el sonido de la madera crujiente resonando en la habitación, rompiendo el silencio que había flotado en su mente. Caminó hacia un viejo baúl en la esquina, cubierto de polvo y telarañas, un artefacto olvidado de tiempos mejores. Con un esfuerzo considerable, logró abrir la tapa, y allí, en el fondo, encontró lo que había estado buscando: un pequeño relicario. Dentro, una fotografía desgastada de él y Dorian, sonriendo y disfrutando de la vida sin preocupaciones.

Con un movimiento brusco, tiró el relicario al suelo, haciéndolo chocar contra el suelo de piedra y quebrarse al instante, pero solo con una pequeña grieta. Aún conservaba esa maldita fotografía que lo ahogaba con esos sentimientos estúpidos. Esa deslealtad le había hecho daño. Dorian no merecía su perdón.

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⏰ Última actualización: Oct 18 ⏰

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