Enojo

52 5 17
                                    

Volví 

-_-

Cuando una persona ama alguien no la lastima, no le hace daño y si le hace daño busca el perdón de esa persona.

Pero que pasa si no eres consiente de que la estas dañando porque sientes un gran enojo porque otra persona le hizo daño, pierdes el control y dañas todo a tú alrededor incluyendo a la persona que te ama en secreto, ¿tenía que disculparse por perder el control y dejarlo casi muerto?

Eso definitivamente era un sí, pero por qué solo se enojaba más, como si él no tuviera la culpa de haber dañado a la persona que más ama, como si no la tuviera en sus brazos esperando que de alguna señal de vida en vez de llevarlo al hospital ¿Por qué?

Estaba enojado con todos, había matado a alguien pero no quería hacer ¿o si? Ni siquiera se acuerda de que él quería hacerle. Pero, se sintió tan bien hacerle daño, golpearlo, ver como ruega que no lo mate, ver como ruega que ya lo mate y hacer todo lo contrario a lo que le pedía, hacer que sufra y grite hasta que se le rompa la garganta, arrancarle la piel pero hacer que siga vivo por magia pero que sienta todo el dolor multiplicado por diez.

Se sintió tan bien que quería repetirlo, repetir esa sensación de desquitarse con todo lo que vea, aunque no tenga la culpa. Matar todo lo que vea, perder el control de sí mismo para tener una excusa para seguir haciendo esa cosas.

Y todo esa hermosa sensación desapareció al ver como la persona que tanto amaba, había sido dañado por su culpa, no le gustaba para nada ver como sangraba, ver su rostro lastimado, ver como ni podía hablar, entonces, recupero la conciencia y vio todo a su alrededor, todo lo que había dañado, todo lo que había hecho solo por perder el control, se sentía terrible, ya no sentía la satisfacción que sentía antes, ver todo destruido, ver como hasta árboles había destruido, ver como todo alrededor del lugar en el que estaba, estaba todo destrozado. 

Había animalitos que vivián en ese lugar pero ahora estaban muertos, los que seguían vivos sufrían por la magia negra, una magia que si pierdes el control, podrías incluso matar a la persona que amas, sin importar la intensidad.

Abrazo el cuerpo moribundo del albino, que ahora su cabellera color blanco brillante era color sangre de todo la sangre que había perdido, veía con lagrimas en sus ojos al peliblanco, no le gustaba verlo así de lastimado por su culpa, quería curarlo, como había hecho horas atrás con las flores que había marchitado, hacer florecer otra vez al conejo, hacer que sus ojos brillen y que su corazón suene con intensidad, no quería escuchar como poco a poco el corazón le costaba bombear, que cada minuto que pasaba menos se escuchaban los latidos del corazón.

Veía los ojos del albino apagarse, muriendo, cosa que no quería que pasara pero aun así se mantenía cerca de él, abrazándolo, aun sabiendo que le hace daño, que su magia le hace daño al albino. Lo mantuvo así hasta que dejo de escuchar todo, su corazón, él de su amado, los pajaritos llorando por las perdidas. Se desmayo junto al posible cuerpo muerto de la persona que amaba.

La luz de la luna brillaba, había luna llena, una hermosa luna que iluminaba los cuerpos de los dos adolescentes. La luna siguió brillando, aunque ya era tiempo de irse, no dejó pasar al sol hasta que los chicos despertaran, hasta que el tiempo siga fluyendo.

La luna se quedo en su posición aunque pasaran horas, aunque ya se supone que sea de mañana, aunque las otras personas se levantaban y se sorprendían de que la luna no se haya acostado. La luna siguió ahí aunque pasaran días, días en los que no se encontraban los dos adolescentes, que se seguía sin saber de ellos.

Sus amigos estaban preocupados, todos estaban preocupados, menos sus padres.

El tiempo parece estar enojado al igual que la luna, porque no dejaba que las cosas se muevan alrededor de los enamorados, la luna parecía enojada ya que no le daba su puesto al sol. A si llego lo que se supone que es la noche, aunque la luna nunca se movía, ni los relojes que estaban cerca de ellos.

Simétrico... -SprenterWo Geschichten leben. Entdecke jetzt