Evolución 💜

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Con el paso del tiempo, las distintas especies buscan evolucionar. Tomar el control de su entorno y aprovecharlo para avanzar en la cadena alimenticia.

Para lograrlo se embarcan en una peligrosa encrucijada, siendo acompañadas por la inexplicable naturaleza; aquella que no solo les comparte su belleza, sino también sus recursos y su fascinante capacidad para transformar y adaptar todo un ecosistema según las necesidades que le sean requeridas.

Aunque los cambios no siempre son favorables, la naturaleza no solo brinda, también exige, por lo que muy pocas especies alcanzan la grandeza; Para conseguirla deben ser pacientes y capaces de afrontar sus repercusiones.

En muchas ocasiones el mal manejo de las consecuencias es la principal razón del fracaso y el retroceso. 

Las distintas manadas de licántropo conformadas por alfas, omegas y betas, habían conseguido evolucionar a lo largo de las lunas. Para lograrlo optaron por tomar su forma más vulnerable; aquella que no solo los debilitaba, sino que también transformaba sus cuerpos en una presa constante de los distintos depredadores, pero de alguna forma les brindaba ciertas ventajas de las cuales ningún otro ser vivo podía disponer

Durante años consideraron una desventaja ser parte de una mutación tan inferior como lo era la llamada humanidad. Pero contra todo pronóstico aquello que llamaban castigo fue lo mismo que les dio poder y grandeza, además del control absoluto de todo lo que los rodeaba, con ella tenían más oportunidad de perdurar en el peligroso mundo que habitaban, dándoles a entender que no era un castigo, sino todo lo contrario.

Aunque muchos lograban considerar que era una maldición para todo aquel que no perteneciera a la nueva especie, ahora dominante.

Con el paso de las lunas aprendieron a combinar sus habilidades y a explotar sus capacidades, al igual que las del mundo que los rodeaba, gracias a eso su manera de vivir tenía comodidades que jamás hubieran sido capaces de imaginar.

Vivir en su forma humana había logrado grandes cambios en su entorno, pero no solo había influido en su ambiente, sino también había logrado distintas mutaciones en ellos, algunas más contradictorias que otras, pero ninguna era una razón crucial para renunciar a todo lo que habían logrado, y mucho menos para detenerse ante la gran expansión de su especie.

Teniendo en cuenta que la ambición es una arma de doble filo, y aún sabiendo eso los lobos comenzaron a tomar más de lo que necesitaban, por lo que la naturaleza comenzaba a reclamar lo que por derecho le pertenecía. Por siglos les otorgó todo lo que necesitaban y había llegado el momento de cobrar aquella deuda.

No era fácil competir contra toda una especie ya arraigada, pero la naturaleza tenía sus propios planes, sobre todo con las nuevas generaciones; las mismas que estaban a nada de convertirse en el futuro de toda una civilización.

Cómo era de esperarse, con la nueva vida adquirida los y las omegas solían procrear y tener a sus cachorros en su forma humana, aun así estos solían nacer con la habilidad de ser lobos y a una edad mayor se presentaban como omegas, alfas o betas; sin embargo eso había cambiado, en la actualidad los cachorros nacían siendo humanos en su totalidad, con el paso de los años descubrieron que sus lobos se mantenían dormidos hasta que llegaba el momento de despertar y tomar la forma que les correspondía y con la cual tomarían su lugar ante la manada.

Los cambios no fueron fáciles y mucho menos simple, aun así aprendieron a adaptarse, tomándolo como una oportunidad para aprender de sus debilidades; sin embargo tras algunos años las consecuencias se salieron de su control, las nuevas generaciones no entraban en sus estándares de adaptación, ya que cuando su lobo por fin despertaba muchos se negaban a seguir las reglas y a continuar con la manera en que se les exigía vivir, también se revelaban ante la forma que se les clasificaba y tras una inesperada rebelión comenzaron a tener una intolerable tendencia de apareamiento.

Con el mal manejo de los eventuales cambios, las condiciones de su dominio comenzaban a debilitarse y la gran estructura que tardaron décadas en crear se colapsaba eslabón por eslabón.

Por lo tanto, los lobos se vieron obligados a enfrentar una cruel realidad: sus raíces humanas habían comenzado a surgir de manera más prominente, creando un conflicto interno entre su naturaleza humana y su naturaleza de lobo. Además, la rebeldía y el rechazo a las normas establecidas pusieron en peligro la estabilidad de la manada.

A pesar de haber alcanzado un nivel de dominio sobre su entorno, los lobos enfrentaban un momento crítico en el que debían decidir
cómo manejar las implicaciones de su evolución. La naturaleza no estaba dispuesta a ceder ante las ambiciones desenfrenadas de los lobos, quienes se veían forzados a reevaluar su posición en el mundo.

La historia de los lobos estaba lejos de haber concluido, pero debían aceptar que la evolución y la adaptación necesitaban ser comprendidas y gestionadas de manera responsable. Las lecciones aprendidas a lo largo de los años les recordaban que la grandeza no solo era un cúmulo de poder y control, sino que también requería sabiduría y humildad para enfrentar los desafíos que surgían con el cambio constante del mundo que los rodeaba.

"Cada especie evoluciona y se adapta a los nuevos cambios que emergen con el paso del tiempo, es importante aprender a sobrellevarlos y sobre todo a comprenderlos, quien no lo hace, se embarca en una aventura de negación, conflicto y aislamiento"🕸️

Amor Feroz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora