t r e s : h a r r y [✔️]

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Mood: Too Good - Troye Sivan


Me puse de pie para vestirme, lo hice con rapidez. Fui a parar en frente del espejo, acomodé mis prendas y mi cabello.

El ambiente se sentía pesado, o era solo yo tal vez. Abrí la boca pero no me atreví a hablar.

¿Qué iba a pasar entre nosotros ahora?

"Harry ¿Somos amigos?"

"Eso es lo único que seremos." Parpadeé innumerables veces, no caía en la idea de que esas palabras tan crueles saliesen de unos preciosos labios. "Aunque en realidad no me importa."

Me sentí usada, ahora no me prestaba atención, ya no importaba porque había obtenido lo que quería.

"Eres un idiota ¡Un imbécil que no tiene cura! ¡Púdrete, púdrete, púdrete! Te odio." La ira corría por todo mi torrente sanguíneo, estaba roja del coraje.

"No fue lo que quise decir," susurró pasando una mano por su cabello en señal de frustración ", no seas dramática".

"No-"

Fui incapaz de terminar la frase porque sus labios ya estaban sobre los míos de nuevo, al parecer esa era siempre su solución a todo. Golpeé su pecho con ambas manos, lo odiaba, y aun así no quería dejar de besarlo.

"¿Qué mierda pasa aquí?" Escuché la voz de Gayle. Harry se alejó de mis labios para poder ver de quién se trataba.

"No es tu asunto," espetó el de rizos.

"Lo es si involucra a Noreen," respondió Gayle.

"¿Por qué? ¿Querías evitar que me la follara cierto? ¿Adivina qué?" No, no, no, él no estaba a punto de hacer lo que yo creía... "Es muy tarde"

Sentí como el aire abandonaba mis pulmones. Mis ojos comenzaron a escocer. Lllevé el dorso de mi mano hacia mi boca para acallar cualquier sollozo que pudiera escaparse de ella.

No entendía por qué hacía todo este drama, yo misma me lo había buscado. Me lo merecía, merecía todo lo malo que me sucedía.

"Eres un grandísimo y jodido hijo de perra ¿Cómo pudiste hacerle eso? Sabes que no te interesa, sabes lo que ella siente por ti y te aprovechas de ello." Era como si se hubiesen olvidado de que yo seguía con ellos en la misma habitación.

Entre los dos me estaban haciendo añicos.

Patética, era patética. Ahora cabía en la cuenta de que era aparente lo que sentía por Harry. Él lo sabía, Gayle lo sabía, ¿quién más entonces?

"Ella también lo quería. Debiste escuchar como gemía." Estaba siendo humillada por el chico al que creí perfecto, solo era un patán. Amaba a un patán, había pasado los últimos cinco años detrás de uno. Yo era la cosa más burlesca en todo el continente, no valía la pena.

"Nos vamos a graduar y quiero que no te vuelvas a acercar a mi ¡Jamás!", gritó Gayle.

"¿Por qué crees que puedes decirme qué hacer? Nadie lo hace y menos un maricón como tú," siseó entre dientes.

"¡Basta! ¡Ya tuve suficiente de ustedes dos!" Grité al abandonar la habitación.

Bajé las escaleras a trompicones buscando la puerta principal. Podía escuchar como llamaban a mi nombre, pero estaba muy dolida como para prestarles atención.

Perdí algo que jamás recuperaría.

"¡Noreen, espera!" gritó Harry.

"Cállate cabrón," replicó Gayle ", lárgate con alguna de tus putas y déjala sola."

Back to my arms | h.s. short storyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora