Alas bajo la lluvia

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Después de ese momento en el baño, resultó ser que Lucas y yo teníamos bastantes cosas en común . Se sentó a mi lado en la clase de literatura, y aunque al principio me sentía un poco incómoda, su presencia resultó reconfortante.

—¿Lista para un poco de Shakespeare? —bromeó Lucas, intentando romper el hielo.

Sonreí levemente. —No sé si estoy lista para otra tragedia después de lo de hoy.

La maestra comenzó a hablar sobre "Romeo y Julieta", y mientras ella explicaba el enredo de los amores jóvenes y las rivalidades familiares, no pude evitar pensar en cómo ese tema resonaba en mi propia vida. Lucas parecía captar mis pensamientos y, en un momento, me pasó un papelito:

"¿Querés salir a caminar en el recreo? Prometo que no va a haber comida volando"

Sonreí de nuevo, y me sentí un poco más ligera. Al menos tenía a alguien que me comprendía. Asentí discretamente y anoté mi respuesta en el papel:

"Definitivamente, necesito un respiro"

A medida que avanzaba la clase, me di cuenta de que había olvidado temporalmente la humillación de la cafetería. Lucas hizo comentarios graciosos sobre las tragedias de Shakespeare, y juntos compartimos algunas risas. Era un alivio tener a alguien que no solo entendía mi situación, sino que también estaba dispuesto a ayudarme a seguir adelante.

Finalmente, llegó el recreo. Cuando el timbre sonó, me levanté y busqué a Lucas entre la multitud. Nos encontramos en la salida del aula.

—¿Lista? —preguntó.

Asentí, y juntos nos dirigimos al patio trasero de la escuela, lejos de las miradas curiosas. Nos sentamos en un banco, y el aire fresco parecía calmar un poco las emociones que había experimentado antes.

—¿Cómo es que conocés a Jake? —le pregunté, con curiosidad. Sabía que debíamos compartir amigos, pero no había visto a Lucas cerca de él.

—Lo conocí en el equipo de fútbol —explicó Lucas—. Pero, sinceramente, no me gusta su forma de ser. Prefiero estar con gente.. menos idiota.

Lo miré divertida—Tenemos algo en común.

—Supongo que sí. Siempre me pareciste una chica interesante —dijo, mirando hacia el horizonte.

Su honestidad me impactó, y por un momento, sentí que podía compartir mis pensamientos más profundos.

—A veces siento que no encajo acá.—confesé.

Lucas giró su cabeza hacia mí, sus ojos reflejando comprensión. —No sos la única. Todos luchamos con algo. A veces, solo necesitamos encontrar a las personas adecuadas.

Después de un rato hablando sobre nuestras vidas, las clases y nuestros sueños, el timbre sonó de nuevo. Aunque era hora de volver a las aulas, me sentía más ligera. Había algo en la conexión que estaba formando con Lucas que me daba esperanza.

—Gracias por lo de hoy—dije mientras nos dirigíamos de regreso.

—No hay de qué. Estoy para lo que necesites —respondió con una sonrisa.

Las semanas pasaron, y aunque el clima en la escuela seguía siendo tenso, había algo que me mantenía a flote: Lucas.

Cada vez que Jake encontraba la oportunidad, me lanzaba comentarios despectivos, a menudo se burlaba de mi familia, ropa y forma de ser. Siempre rodeado de sus amiguitos, que parecían ser sus perros, empiezo a creer que no tienen poder sobre si mismos y viven siendo controlados por el idiota mayor.

—¿Cómo se siente ser el humano más fracasado de la historia, Miller?—me preguntó una vez, mientras pasábamos por los pasillos

—Mejor que ser un imbécil sin cerebro, te lo aseguro. —respondí, cansada de sus comentarios innecesarios.

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⏰ Última actualización: Oct 24 ⏰

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