Fairy Tail - Cambio de sexo

Capítulo 3

—¡Natsumi, ven aquí ahora mismo! —Era la voz de un rubio. Se notaba enfadado.

—¡¿Qué quieres?!

—¡¿Qué, qué quiero?! —Exclamó con más enfado aún—. ¡Te has comido todos los donettes!

—¡Yo qué iba a saber qué eran tuyos!

—No aguanto más, me voy de ésta casa. —Dijo saliendo de la casa dando un portazo.

Segundos más tarde...

―¡¿Por qué me voy si es mi casa?! ―Dijo entrando de nuevo a la casa y sacando a la pelirrosa por la puerta.

—Ahora es nuestra, tengo que vivir aquí por mucho tiempo.

—Puta mierda.

—¡Esa boca, Luffy! ¿Quién te ha enseñado a hablar así?

—Tú mamá.

—Deja de joder, no la conocí.

—Pues tú papá.

—Ya la cagaste, ¿sabes? No, no me vuelvas a hablar, esto se ha terminado.

—¡¿Acaso teníamos algo empezado?!

—Ya no.

—Mujeres, ¿quién las entiende?

—Hace apenas unos días eras una.

—¡Cállate, puta!

—¡Waaaa! —Natsumi hizo que lloriqueaba—. ¡Luffy me odia!

—Dios, ahora enserio, me largo de aquí.

Luffy salió por la puerta dirigiéndose al gremio dejando a la Dragneel sola en casa.

La pelirrosa miraba desconcertada la puerta. ¿Qué había pasado? Acaso... ¿Se sentía atraída por su amigo? La verdad, eso es algo que nunca comprendería. No sabe de amor, y si pregunta, todos la mirarían extrañados. La mujer que antes era Natsu; aquel idiota sin cerebro en el amor, ¿se había enamorado? Era más fácil que Charle se enamorara de Happy, pero, sabemos que eso nunca pasará.

—Luffy... —Suspiró la pelirrosa mirando a la puerta—. Se siente extraño estar en un cuerpo de mujer...

Dicho esas palabras, salió por la ventana, como de costumbre, y fue hacia el gremio, pero, no como siempre, iba pensativo, mirando al cielo. Esa no era el Natsu de apenas unos días, era una mujer con sentimientos hacia otras personas basadas en amor, algo que Natsumi no sabía aún...

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Un rubio acababa de entrar al gremio. Lucía... ¿Con sonrojos? ¿O era ira? No, eran sonrojos. Notables desde kilómetros.

Las personas del gremio no tardaron en saludar a Luffy. Algunos reían al ver a Lucy con cuerpo de hombre, pero, se iban acostumbrando poco a poco.

—¡Hey, Luffy! —Exclamó un peliazul. Se notaba bastante feliz, algo debió pasarle.

—¡Lorlu!

—Se siente extraño no usar el "chan". —Agregó con una ligera risa.

—Si lo usáramos, sería aún más extraño. —Comentó con una sonrisa—. Imagínate, Lorlu-chan. Lo tuyo no cambiaría, sería Lu-chan, pero, se siente extraño.

—¿Lo dejamos en Luffy y Lorlu?

—Sí.

Ambos se acercaron a otros dos chicos del gremio; Enrique y Jello. Ninguno hablaba, estaban en silencio con los codos apoyados en las mesas, y con sus manos sujetándose la cabeza.