Capítulo 4

1.1K 94 9
                                    

Era temprano. La luz entraba por su ventana como siempre lo hacía. No hacía calor, en cambio, hacía viento, viento fresco que era perfecto para pasar una linda mañana.

La chica se retorcía en la cama por la molesta luz solar.
Se fue a dormir demasiado tarde. No debió irse a beber para olvidar lo que pasó. Y menos aún beber hasta las seis de la mañana.

Se giró y toda la luz le dio en la cara. Se tapó la cabeza con la almohada y presionó fuerte.
Ya no podía seguir durmiendo. Se levantó medio adormilada y se tropezó con la ropa que tenía tirada en el suelo.

Esa ropa que ya no podía ponerse ya que ya no era un chico. Aquella ropa que le venía enorme ahora.

Se levantó y miró al otro extremo de la habitación. Estaba una bolsa con ropa que le trajo Mark con la ropa que ya no podía usar. Tenía una nota.

Te dejo aquí mi ropa. Tráeme la tuya cuando puedas.

Se le había olvidado por completo. Habían acordado hace unas horas intercambiarse la ropa.

—Estúpida manía de levantarme a la hora de comer. —Dijo apartando todo de su camino.

Caminó poco a poco hasta llegar a la cocina, la cual estaba literalmente hecha una mierda.

Decidió coger la ropa y salir a comer al gremio.

{***}

—¡Mark, trae aquí cervezas!

—¡Kinanna, aquí!

Voces que se repetían una y otra vez pidiendo más alcohol.
Mark, la antigua Mirajane, seguía sirviendo mesas como siempre lo ha hecho. No se borraba la sonrisa de su rostro... Lo malo, es que llevaba un vestido puesto, y no ropa de chico.

—Mark, te traigo la... Ropa. —La sorpresa de Lily fue enorme. Mark seguía llevando vestido como si no pasase nada. ¡¿ACASO ESTABA LOCO?!

—¡Gracias! Me voy a cambiar.

—Me-Mejor...

Mark se dirigió hacia un vestuario y allí se visitó con la ropa que le trajo la rubia. Le venía algo grande, pero, la tenía que llevar, o... Volver a llevar vestido.

Mientras tanto, Lily se sentó en una mesa junto con Macao y Wakaba a beber.

—¡Se siente tan extraño ver a Laxus de chica! —Dijo Macao riendo. No sabía lo que decía al estar borracho, pero se estaba ganando una buena bronca.

—Tienes razón. —Añadió Wakaba.

—¿Queréis quedaros sin brazos?

—¡Sal a bailar, Lily! —Exclamó tirándola unas monedas.

—¡No soy una puta! —Exclamó levantándose de la mesa.

—Venga, sólo queremos a alguien que baile.

Lily se fue indignada hacia la barra donde Mark ya estaba preparando bebidas para ir a llevar a las mesas.

—¿Todo bien?

—¡¿Cómo quieres qué esté bien?!

—Ahora sabe lo que sufrimos todas antes.

—Sí... ¡Mátame!

—No... No quiero saber cómo es mi Satán Soul así...

—Seguro que sigue igual.

—Ni quiero probar.

—¿Tienes qué estar aquí o podemos dar una vuelta?

—Sí... ¡Vámonos!

Ambos salieron hablando del gremio. Iban los dos con una sonrisa.

En otro lado del gremio estaba una peliazul sentada en una esquina. Estaba encogida abrazando sus propias piernas.
En frente suya, estaba un pelirrojo gritándola.

—¡Es que no puedes desordenar la habitación así!

—¡Cállate!

—¡¿Qué has dicho?!

—Nada...

Enrique estaba gritando a Juliet por cada cosa que hacía.
Juliet ni se podía defender, el miedo que imponía Enrique era brutal

—Ya, tranquilo. —Era la voz del maestro.

—¡Me pone de los nervios!

—Y tú a los demás del gremio...

—Lo siento, maestro. —Su voz se notaba más relajada a la de antes.

—Vete fuera a tomar el aire.

—Claro...

Se vio como Enrique se alejaba con tranquilidad del gremio. Aunque, parecía aún enfadado. Lo único que procurarían era no acercarse mucho a él. Sobre todo, si estaba en ese estado.

—Estará en sus días... —Dijo Juliet en un suspiro.

—¿Los hombres también tienen sus días? —Preguntó graciosa Kana.

—Ese sí. —Se pudo notar como alguien miraba fijamente desde la distancia a Juliet. Una mirada fría que hizo que se le erizaran los pelos.

El gremio tardó en volver a la normalidad por todo lo sucedido.

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

Enrique andaba sólo por las calles de Magnolia. Esperaba una disculpa de Juliet; que ni se merecía.
Aunque quería parecer enfadado... Más bien estaba decaído. Sentía su corazón romperse en mil pedazos cuando recordaba aquel momento...

-FLASHBACK-

—Lo siento, Erza. Tengo novia...
—N-No... Yo no i-iba a ha-hacer nada...

-FIN FLAHSBACK-

Solo con recordar eso, quería romper en llanto. Su corazón quería reconstruirse aunque se quebrara.

Él sabía que lo que le dijo era mentira pero... Duele saber que la persona que más amas en el mundo te rechaza. ¿Y por qué? Al estar manchado de la sangre de otras personas le impedía estar con quién amaba. Es triste saber que nunca podría pasar algo solo por eso...

Enrique se paró. Miró al cielo y suspiró...

Rompió en llanto. No lo aguantaba más. Sus lágrimas caían muy despacio por su rostro. Lágrimas cálidas, si es que se pueden llamar así. Él intentaba ocultarlas, pero fue algo tarde...

—¿Por qué lloras? —Fue lo único que preguntó ella.

.

.

.

¡Mucho tiempo! Se que es corto pero estoy disfrutando de las fiestas ❤ (ni han empezado pero darme vacaciones)

¡Chau chau!

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 20, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Fairy Tail - Cambio de sexoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora