los encuentros entre Jennifer y Cooper se volvieron cada vez mas usuales. Incluso su relación se volvía cada vez más fuerte y especial. El se refugiaba en ella sintiendo una gran amiga en ella. Su ánimo había cambiado de manera significativa cuando estaba a su lado. Pero un nuevo sentimiento no tan nuevo que intentaba ocultar lo atormentaba día y noche.
Ambos charlaban muy alocadamente por el centro comercial mientras caminaban tomando un helado. La mujer le contaba el escándalo de cuando la mujer de unos de sus clientes llegó al club y casi le da una paliza. El escuchaba la graciosa experiencia por como ella la contaba con una leve sonrisa.
Un hombre paso por al lado de Cooper golpeando su hombro muy fuerte haciéndolo mover del impacto derramando su helado de crema en su camisa.
–¿por que no te fijas por dónde vas?–dijo molesto cuando la culpa fue totalmente suya y no de Cooper.
–perdon, fue mi culpa.–cooper se disculpo.
–oye no.–jennie dijo totalmente en desacuerdo–¿por qué no te fijas tu imbécil, a demás de feo eres ciego?
–tu cierra la boca perra.–al parecer el tipo estaba enojado con el mundo.
–ah, tu madre le queda mejor ese nombre.
–vete al infierno.–dijo yéndose.
Ella intento ir hacia el, Cooper la tomo de la cintura.
–no, Jennie ya déjalo no vale la pena.
–el tiene que pedirte perdón, mira lo que te hizo.
–esta bien, no quiero problemas, fue un accidente.–dijo con toda la tranquilidad del mundo.
–te insulto.
–lo se.
–¿y no dirás nada?–ella pregunto indignada.
–no, es mejor evadir los problemas.
–lo podemos golpear entre los dos.–sugirio ayudándolo a limpiar su camisa.
–¿y que ganaríamos con eso?, está bien, descuida. Mejor acompáñame a buscar una camisa nueva.
Ella asíntio tomándolo del brazo buscando una tienda para el.
–si que te queda bien esa. –ella dijo desde atrás tomándolo por sorpresa.
–gracias.–dijo con una leve sonrisa viéndola atraves del espejo.
–tu cuerpo es muy sexy, ¿lo sabías?–bromeo haciendolo sonrojarse, amaba eso de el.
–jennie. –dijo avergonzado terminando de abrocharse la camisa negra.
–solo decia la verdad, apuesto que tienes muchas mujeres detrás de ti.
–en realidad no, solo tuve una novia en mi vida y duro solo un año, no soy bueno para las mujeres.
–acaso eres...
–no, no por dios, solo me gustan las mujeres.–dijo de inmediato.
–ya veo. –Ella asíntio retrocediendo dejándolo salir del probador.
La mujer lo detuvo nuevamente en una tienda de vestidos. Vio uno que llamo su atención.
Cooper la tomo de su hombro y la guió a la tienda femenina. Su cuerpo descansó en el sillón.
La preciosa mujer le modelo al menos unos diez vestidos pidiéndole que los calificara, para el fue imposible decidirse, a todos les daba un diez, dejando a la mujer no muy satisfecha.
