Son noviecitos hormonales, uso de un juguete sexual, masturbación, sexo oral, 69, cream pie.
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Las fuertes embestidas en su maltratada próstata lo hacen gemir como animal en celo,puede sentirse caliente y sudoroso,ama la manera en la que su novio besaba sus labios y sus dedos atendían sus sensibles pezones.
Gimió fuertemente al sentir como el caliente líquido viscoso llenaba sus entrañas y su miembro dejaba salir chorros de su orgasmo.
Abrió los ojos encontrándose con el techo y la tenue luz que se colaba por la gran ventana del hotel donde se hospedan por ese gran premio,se sentó en la cama y bajó la vista a su entrepierna,se sentía pegajoso y aún algo duro.
Fue un maldito sueño.
De sus labios salió el nombre de su novio en un ruidoso gemido — Checo... — quería subirse al regazo de su novio y empezar a frotarse, volteó la mirada al lado derecho de la cama pero no estaba el otro hombre.
Jadeó en protesta y pudo notar cómo en la almohada estaba una nota adhesiva dónde decía lo siguiente.
Buen día mi amor,salí a dar la entrevista que te comenté ayer. Volveré con el desayuno,no creo tardar mucho.
Te amo,mi niño Checo.
— Yo también te amo pero amaría más que estuvieras aquí — levantó la única prenda que llevaba puesta,una camisa de red bull dos tallas más grande que llegaba un poco más abajo de sus muslos viendo el desastre que ese caliente sueño provocó.
— Necesito dentro su caliente miembro — a su mente llegó una idea.
Ayer Sergio le regaló uno de los mejores vibradores para que utilizara en su ausencia,Max solo lo miró mal y le dijo que no era necesario ya que prefiere la grande y deliciosa verga de su amado novio.
Justo en este momento está tan necesitado de tener algo dentro así que dudoso sacó el juguete del cajón de la mesita de noche.
Lo vió con más detalle. Era un poco más grande que el de su novio,era un poco más delgado de un bonito color rosa. En la caja decía las velocidades y venía junto a un lubricante de fresa.
Sacó el juguete de su empaque, abrió el lubricante para poner cierta cantidad en el largo del objeto y empezó a esparcir el líquido con una mano.
A su mente llegaron los recuerdos de él mismo masturbando la verga de su novio y su deseo aumentó. No espero más tiempo para empezar a dar caricias desde su sensible pecho bajando a su abdomen cerca de su entrepierna donde un espasmo lo recorrió.
