Capítulo 4.

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Louis estaba terriblemente cansado, las piernas le temblaban luego de su cita con Olivia. Llevaba consigo su mochila, la cual siempre cargaba a todos lados. Se sentía inmensamente cansado... su cita con Olivia ese día había sido... intensa, por decirlo de alguna manera.

Suspiró con cansancio.

Se sentía hasta enfermo, en su estómago se alojaba un nudo de emociones que le daban náuseas. Quería ir a casa y dormir toda la vida. En una hora habían pasado muchas cosas, había hablado de demasiadas cosas... no quería pensar en más nada por un ratito. Aunque hablar con Olivia siempre le hacía sentir bien, incluso en ese momento, apesar de lo cansado y abrumado que estaba, se sentía un poco mejor gracias a ella.

Caminaba, mientras que con la mirada buscaba algún taxi para poder regresar rápido a casa.

Se detuvo a varios metros de la cafetería para maricones y entrecerro los ojos cuando notó una figura familiar llamar por teléfono... ¿estaba viendo a quien creía?

Analizo cada detalle de la silueta que le daba la espalda, cuando escucho esa estrepitosa risa que ya conocía bien su rostro palideceo.

No mames, sí es.

Estaba apunto de cruzar la calle para que ella no lo viera, su novia no podía saber de sus citas con Olivia. Eleanor ni siquiera vive cerca de ahí, ¿qué mierda hace de pie frente a una cafetería de desviados? No le importaba, lo único que le importaba era escapar de su vista y no ser atrapado.

—¡Louis!—lo llamó ella justo cuando estaba apunto de cruzar la calle.

Él se detuvo y justo en ese momento un auto paso por delante de él a toda velocidad, Louis ni se inmutó.

Maldijo en voz baja, regreso la mirada a su novia, quien se acercaba a él prácticamente corriendo. Ella se arrojó a sus brazos y lo abrazo con tanta fuerza que los huesos de su espalda crujieron un poco, Louis tuvo que contener un suspiro resignado y devolver el abrazo.

—¡Cuantas veces te he dicho que te fijes antes de cruzar la calle!—se quejó ella, sujetandolo por los hombros y viendolo a los ojos.

Él alzó las manos en señal de rendición, su rostro era de pura resignación. Suspiró pesadamente.

—Lo sé, lo sé—respondió, aunque por su tono de voz era obvio que no le daba la importancia que debería—. Es solo... venía distraído, eso es todo.

Pensaba en demasiadas cosas en ese momento.

La mirada de Eleanor se suavizo, dejando ver una sonrisa amable. Finalmente lo soltó y Louis trato de no verse demasiado aliviado porque lo hiciera.

—¿Qué haces aquí?—preguntó ella luego de unos segundos.

No sabía si sentirse orgulloso o no, pero Louis era excelente mintiendo, tenía una gran habilidad en ocultar la verdad. Y la verdad, no quería que nadie supiera de sus citas con Olivia... mucho menos Eleanor. Era su secreto y era algo muy bueno que quería disfrutar un poco más. No quería que terminará.

—Eso iba a preguntarte yo a tí—respondió sencillamente.

—Oh, sí. Esa de ahí—dijó señalando la cafetería—...es la cafetería favorita de una amiga, quiso venir.

—¿Es marimacha? ¿No te da miedo que te intente besar o algo así?

Eleanor hizo una mueca al oírlo decir eso, claramente disgustada. Observó a Louis como si fuera idiota, lo cual hizo que él hiciera una mueca también. Ella rodó los ojos, para luego suspirar con hartazgo evidente.

—No se dice "marimacha", se dice "lesbiana"—dijo ella con exagerada paciencia— Les. Bi. A. Na—dictó las sílabas como si hablara con un niño pequeño.

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⏰ Última actualización: Oct 24 ⏰

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