Escala de Grises (Saga Encuéntrame libro #1) 📚

01: Ya tan pronto muerto {Modificado}

¿? 💛🖤

—La policía va a enviar a un policía de infiltrado —informó Diego, quién estaba parado frente a mí

Con que un infiltrado ¿eh? Parece ser que a la policía no le bastó con el que mandaron el año antepasado, al parecer, querían que hubiera otra muerto.

—Continúa —recargue mis codos sobre la mesa y junte mis manos apoyando mi cabeza en ellas.

—Dicen mis fuentes que van a enviar a alguien muy experimentado por lo que será difícil protegernos de la amenaza.

—Lo sé Diego, lo que no sé es a dónde quieres ir con eso.

Pareció dudar un poco de si decirlo o no pero al final lo dijo.

—Ruby, déjeme encargarme de esto, prometo que no le fallaré —dijo con una convicción contundente.

Me sorprendió un poco la convicción debido a que apenas hace dos semanas había tenido que mandar a mi equipo de confianza a investigarlo debido a que había empezado a tener ciertas actitudes que hicieron que sospechara de que él, podía ser una rata, por lo que no debería poner mi seguridad en sus manos.

Enseguida rechacé la idea de que él se encargara sin embargo, al momento de querer decirlo se me ocurrió algo mejor, si ponía este asunto en sus manos probablemente sería la oportunidad perfecta para averiguar si era una rata o, era alguien en quien podía confiar.

Y, si tenía las medidas necesarias no tendría de que preocuparme, al fin del día siempre podría contar con que Richard podría matarlo.

Teniendo esto en mente asentí lentamente.

—Tienes mi confianza Diego —mentí—, cuidado, sabes que no te conviene perderla —esta vez fui muy honesta, él solo asintió un poco nervioso, hice lo mismo y con una de las manos lo eché de la oficina.

Salió sin decir nada más.

Enseguida suspiré agotada y me recargue por completo en la silla dedicandome a ver el hermoso día que hacía afuera. Era nublado y hacia muchísimo frío, y, como había empezado a nevar estaba todo cubierto allá fuera por la nieve blanca.

Suspiré un poco nostálgica girando mi cabeza otra vez al frente.

La vida era cada día más difícil, el estar cuidandome las espaldas a cada rato era agotador.

Pero, creo que ese era el precio a pagar por lo que estaba haciendo.

Volví a ver por la ventana y me percaté de algo, hacía muchísimo tiempo ya que no visitaba las rosas amarillas, por lo que me paré y salí de la oficina.

Al salir de mi oficina toda la casa estaba oscura. No había ruido y las paredes estaban pintadas de negro, toda la casa llegaba a tener un aspecto un poco tétrico.

A veces creía que la casa era muy grande para ser solo Re y yo. A veces, extrañaba la época ≫dorada≪. No entendía como era que hubiera cambiado tan drásticamente, antes esta casa llegó a ser un hogar para nosotros, y, ahora, solo era un lugar donde nos escondíamos Re y yo.

Bajé lentamente por las escaleras cubiertas de una alfombra color vino.

Recuerdo que cuándo era pequeña me daban miedo, siempre se me hicieron muy grandes e inseguras.