La noche que cambio todo

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Jimin se despertó temprano, para prepararse para su trabajo de medio tiempo en la cafetería. Se vistió rápidamente y se dirigió hacia la puerta de su pequeña habitación en el zotano de la casa de su tía.

Al abrir la puerta, se encontró con su tía, que estaba sentada en el sofá del salón, mirándolo con desdén.

"¿Dónde crees que vas?", le espetó su tía, con una voz llena de veneno. "No vas a llegar a ninguna parte en la vida, eres un fracaso."

Jimin suspiró internamente y se negó a reaccionar. Estaba acostumbrado a las críticas y los insultos de su tía. La ignoró y se dirigió hacia la puerta principal.

"Y no te olvides de pagar el alquiler a tiempo", le gritó su tía, mientras Jimin salía de la casa.

Jimin cerró la puerta detrás de él y se detuvo un momento en el umbral, respirando profundamente. Estaba harto de vivir así, harto de la crueldad y la indiferencia de su tía. Pero no tenía otra opción, no tenía dónde más ir.

Se sacudió el pensamiento y se dirigió hacia la cafetería, donde al menos podía encontrar un poco de paz y normalidad.

Al llegar a su trabajo, se cambió rápidamente en el vestuario y se puso el uniforme.

Su jefa, la señora Lee, lo saludó con una sonrisa. "Buenos días, Jimin. ¿Listo para el turno de mañana?"

Jimin asintió y se dirigió a la barra para prepararse para el día. La cafetería estaba tranquila, con solo unos pocos clientes sentados en las mesas.

Mientras trabajaba, Jimin pensaba en su horario para el resto del día. Tenía que trabajar hasta el mediodía y luego ir a la universidad para sus clases, estudiaba Negocios internacionales y aunque era una carrera difícil, el estudiaba con dedicación, esperando mejorar su futuro y salir de la pobreza. Pero por ahora, su realidad era esta y tenía que soportarlo.

La mañana pasó rápidamente, con un flujo constante de clientes. Jimin se movió con eficiencia, tomando pedidos y preparando bebidas.

En un momento de descanso, su compañero de trabajo, Jiho, se acercó a él. "Hey, Jimin. ¿Qué planes tienes para esta noche?"

Jimin se encogió de hombros. "Nada en particular. ¿Por qué?"

Jiho sonrió. "Un amigo mío cumple años y vamos a celebrar en un club. ¿Quieres venir?"

Jimin dudó un momento. No solía salir mucho, pero la idea de divertirse y olvidarse de sus problemas por un rato era tentadora "No lo se, déjame pensarlo..."

"Vamos, mañana es nuestro descanso y te prometo que te divertirás, también irá Liz, así que solo seremos 3 compañeros universitarios disfrutando de una noche, vamos" insistía Jiho.

"Bueno...esta bien, solo por que Liz también ira" sonríe y Jiho lo abraza.

Al terminar su turno en la cafetería, se dirige a sus clases, acompañado de Jiho, al llegar al campus encuentran a Liz y Jiho le comenta que Jimin ha aceptado salir con ellos en la noche, las clases transcurren normal, sus clases terminan y están tomando un refrigerio en la cafetería.

Liz observa su teléfono y levanta su mirada hacia Jimin "oye Jimini, te parece si nos cambiamos en mi casa, así me ayudas a escoger mi outfit para esta noche, siempre tienes buen gusto, si?" Liz hace ojitos de Cordero.

"Esta bien" acepta Jimin "solo deja de poner esa cara" sonríen.

Jimin

Regreso a la casa de mi tía, entro silenciosamente, bajo a mi habitación y cierro la puerta, escojo algo de mi armario y lo guardo en una maleta junto con otras cosas, me acuesto en mi cama y observo el techo, se me hace un nudo en la garganta, recuerdordando a mis padres, eran tan buenos conmigo y vivíamos tan bien y felices, no se como pudieron dejarme al cuidado de mi tía, nunca me ha apoyado en nada y siempre me ha reclamado por las molestias que le he causado desde que vivo con ella, cuando pregunté si mis padres habían dejado un fideicomiso para mi y mis estudios el abogado dijo que no, desgraciadamente todo el dinero que habían dejado, se utilizo para pagarle a los empleados de mi padre que habían quedo sin trabajo y entre los gastos funerarios y ciertas deudas que tenían mis padres, no dejaron nada para mi, no los culpo pues ellos no imaginaban morir tan jóvenes, ese accidente cambió por completo mi vida, antes estudiaba Ballet, me gustaba mucho el arte, pensé en iniciar una carrera, pero después del accidente mi vida cambió por completo, perdí a mis padres, me mude con mi tía y tuve que soportar su mal trato hacia mi, desde pequeño tuve que trabajar, pues ella no me daba nisiquera para comer, así que tuve que arreglarmelas solo.

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