¿Como te atreves a volver? || Diego Lainez ||

4. "La llamada"

Al día siguiente baje a desayunar, con cara de pocos amigos.

Normalmente los pubertos de mi edad cuando se enojan con sus padres no bajan a comer en todo el día, pero yo no.

¿Que? Si, estoy enojada, pero óyeme, también como.

Iba bajando las escaleras cuando me topé a Sebas, el cual se estaba dirigiendo a la cocina.

-Mel, hola.- me sonrío e imite el gesto.

-¿Como sigues?- hice una mueca.

-Puees, algo mejor.- sonrio.

-Me alegro.- se acercó hacia mi y me abrazo. -Todo va estar bien. Mis padres sólo están molestos.- asentí.

-Lo se.- susurre aún en el abrazo.

Después de unos segundos nos separamos.

-Bueno, ven que ya están todos en la mesa.- asentí y nos dirigimos a la mesa.

Una vez ahí me senté en un lugar vacío. Todos en la mesa estaban en silencio, como queriendo decir algo.

Pasaron unos minutos cuando mi madre habló.

-Oye Melody- la mire.

-¿Si?- mi madre suspiro.

-Quería disculparme por lo de ayer. En serio lo siento hija.- le dedique una sonrisa de lado.

-No pasa nada mamá, se que está mal lo que hice.- ella imitó el gesto.

-Quería decirte también que....- me miro. -No cancelaremos la fiesta.- me pare de la mesa de golpe.

-¿ES EN SERIO?- asintió con una gran sonrisa y corrí hacia ella para abrazarla. -Gracias, Gracias, Gracias.- di saltitos sin separarme del abrazo.

-No tienes que agradecernos nada Melody. Te lo mereces.- me aparte del abrazo y me fui a mi lugar de nuevo, con la diferencia de que ya iba sonriendo como tonta. -Aunque del castigo no te salvas eh. No podrás salir dentro de 1 mes.- asentí.

-Si, no pasa nada mamá.- continuamos desayunando mientras conversábamos de cosas sin sentido.

(...)

-¿entonces siempre si hay pachanga?- pregunto lidia y yo reí.

-Claro bellas, siempre si habrá baile sorpresa junto a ustedes.- Sofia chillo emocionada.

-Wey, obvio tenemos que buscar el mejor outfit para eso.- Lucia le dio la razón a Sofía.

-Sin duda.- sonreí al ver su emoción.

En ese momento entro una llamada de Alan.

Sonrei al ver la pantalla. Hace mucho que no hablamos.

-Chicas, me tengo que ir, hablamos luego.- colgué y conteste la llamada con Alan.

-Holaaa Lalan.-

-Holaa loly.-

-¿Que pasa? ¿Y ese milagro que me llamas?- soltó una risita.

-Ya ves, quería andar de humilde llamando a gente pobre.- soltó una carcajada y yo me quede seria.

-Ja-ja-ja.-

-Yaaa Mel, déjame contarte que paso, que por eso te llame.- rodé los ojos.

-A ver, dime pues.-

-Lo que pasa es que yo acababa de terminar mi entrenamiento cuando salí a la calle. Fui a comprarme un elote para disfrutarlo yo solito de camino a mi casa.- hizo una pausa. -Llegó una niña de unos 4 años corriendo, me choco y se cayó mi elote.- fingió que se le quebraba la voz.