En una noche oscura y tormentosa, Tartaglia, un ladrón astuto y audaz, se deslizó por las calles de la ciudad, buscando su próxima gran oportunidad. Había oído rumores sobre la mansión de un misterioso magnate, pero no sabía que se trataba de Zhongli, el jefe de la mafia más temido y misterioso.
Al llegar a la mansión, Tartaglia se sintió atraído por la belleza del lugar, con sus columnas majestuosas y luces que brillaban a través de las ventanas. Sin pensarlo dos veces, escaló la pared y entró por una ventana desierta. Lo que no esperaba encontrar era un interior lleno de arte, cultura y una atmósfera sorprendentemente acogedora.
Mientras exploraba, Tartaglia se topó con Zhongli, quien, sorprendentemente, no se mostraba hostil. En cambio, lo observó con una mezcla de curiosidad y diversión.
"¿Qué busca un ladrón en mi casa?" preguntó Zhongli, su voz profunda y calmada resonando en la habitación.
Tartaglia, atrapado entre el deseo de huir y la atracción que sentía por el misterioso hombre, decidió ser honesto.
"No buscaba nada en particular, pero ahora me doy cuenta de que lo que realmente busco... eres tú." dice Tartaglia mientras se forma una leve sonrisa traviesa en su rostro.
Zhongli sonrió, sus ojos de un color ámbar resplandecientes brillando con una chispa de interés. En lugar de llamar a sus hombres, lo invitó a compartir una copa té. Aquella noche, entre risas y charlas, ambos hombres comenzaron a descubrirse. Tartaglia se dio cuenta de que Zhongli no solo era un poderoso jefe mafioso, sino también un hombre inteligente y apasionado por el arte y la cultura, al igual que tenía una grande personalidad atrás de él.
Con el tiempo, la relación entre ellos floreció, y Tartaglia se encontró atrapado en un juego peligroso entre el amor y la vida criminal. Sin embargo, lo que comenzó como un robo se convirtió en una historia de amor, donde ambos se complementaban de maneras inesperadas.
Un día, mientras estaban juntos en la mansión, un viejo rival de Zhongli, Venti, decidió atacar, provocando un incendio en la casa. En medio del caos, Tartaglia y Zhongli se unieron para escapar. Las llamas devoraban todo a su alrededor, pero la intensidad del momento hizo que sus corazones se unieran aún más.
En medio del fuego y el peligro, Zhongli tomó la mano de Tartaglia. "Si vamos a salir de esto, quiero que lo hagamos juntos, siempre. Quieres casarte conmigo?"
Tartaglia sonrió y asintió, sintiendo que, a pesar del caos, su amor era más fuerte que cualquier adversidad.
Al final, lograron escapar de las llamas y, al instante, decidieron sellar su amor en una ceremonia sorprendentemente romántica ahí mismo. Bajo un cielo estrellado, Tartaglia y Zhongli se prometieron amor eterno, dejando atrás las cenizas de su pasado.
"Entonces, Tartaglia... Quieres iniciar una nueva vida conmigo?" pregunta Zhongli mientras ahueca el rostro de Tartaglia entre sus manos.
"Si, Zhongli. Estaría más que encantado." con eso, Tartaglia se acerca a Zhongli, cerrando su espacio mientras empiezan a besarse apasionadamente enfrente de la casa ardiente.
Así, el ladrón y el jefe de la mafia encontraron en el fuego de su relación un amor tan apasionado que incluso las llamas no podían consumirlo. En una casa en llamas, comenzaron un nuevo capítulo de sus vidas juntos, en el que el amor siempre sería su mayor tesoro.
"Ehe..."
"Te amo, Tartagl-" de la nada, un disparo suena entre la fría y oscura noche. Zhongli cae al suelo.
"ZHONGLI...!" Tartaglia da un grito desgarrador, pero antes de que pueda tan siquiera atender que sucedía, su visión se oscurece de repente. Ya no siente nada, no hay pensamientos, no hay dolores, no más consciencia.
Entre las sombras, una silueta sale a la luz. Era el mismísimo Venti, quien tenía una gran sonrisa siniestra en su rostro.
"Ehe, no pensaste que sería así de fácil, o si Zhongli?" con eso, Venti abandona la escena, las llamas siendo los únicos testigos de lo que sucedió en ese trágico día.
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