Primroses & Nightshade

9 Bienvenido Al Colmillo Blanco

9: ¡Bienvenido al Colmillo Blanco!
Capítulo nueve: Bienvenido al Colmillo Blanco.

" Piensa ligeramente en ti mismo y profundamente en el mundo".
-Miyamoto Musashi.

{Centro de Comando Colmillo Blanco.}
[Un día después, 3:45 am.]

"Rebobinarlo."

Una pantalla reproducía un vídeo desde el punto de vista de un psicópata armado con una daga. Sienna Khan estaba allí de pie, mirando las imágenes. Al principio, parecía una mentira inocente, pero cuanto más miraban, entrecerraba los ojos. Levantó la mano, indicando una orden de pausa. El analista lo hizo rápidamente y congeló la imagen del asesino en pleno ataque con su única daga restante.

Sentada en su silla, una cómoda silla de cuero negro con red en la parte posterior, se dio un golpecito en la muñeca, su tic nervioso. "Rebobina", ordenó una vez más y observó cómo la filmación se revertía desde el comienzo del enfrentamiento. Vio el momento en que los ojos azules se encendieron de rojo y sus acciones se volvieron mucho más concentradas y violentas.

El momento exacto en que nada menos que un demonio describió esos ojos.

" Hijo, ¿eh? ¿Eso es lo que crees que soy? Bien, entonces te daré una paliza, ¿sabes? ¡Por intentar siempre lastimar a quienes me importan, bastardo!"

El clon apareció detrás del asesino y en las imágenes vio que también tenía los ojos rojos. Se toca la barbilla y pasa la uña afilada por la suave piel bronceada. Había algo en esos ojos, algo dentro de su alma, y ​​no era heroico. No, era un perro que quería salir de su jaula, un demonio atado y obligado a contenerse.

Los informes de Vista que Victoria había obtenido eran correctos. Este niño, o lo que fuera que realmente era, era un lobo entre ellos. Era una bendición y una maldición a la vez, porque esos ojos representaban una rabia apenas contenida. Una rabia concentrada, no una rabia salvaje, pero incluso entonces las barras de hierro que la contenían se estaban agrietando y cayendo al suelo, dejando atrás días de gloria de un oscuro brillo grisáceo.

Victoria, el fauno lobo, estaba detrás de Sienna. Su agente siempre presente que hacía el trabajo de lodo. Jugando bien, haciendo amigos y, a menudo, haciendo bromas con los objetivos de interés. Una seductora, una oportunista y, si la situación lo requería... asesina. Victoria se cruzó de brazos; los últimos informes de sangre indicaban un cambio sutil de regreso a la sangre humana normal. Dudaba que el poco de sangre que recogieron de la pelea pudiera interpretarse como tal.

"Rebobinar cinco segundos."

" ¡Bastardo!"

Allí, en el breve momento justo antes de que volviera a la pelea, vio un breve atisbo de algo más. Energía roja, y era espesa justo cuando la mano con garras que sujetaba el kunai apareció. Ella frunció el ceño ante eso, para un chico que decía no saber qué era el aura, eso parecía convenientemente similar. Observó cómo se movía, concentrándose intensamente en el movimiento de su mano. Lo vio mover su cuerpo, haciéndolo más plano, más difícil de golpear.

—Lady Sienna —Victoria observó cómo los informes vitales del asesino se disparaban cuando ambos se miraron a los ojos brevemente—. Lo que sea que haya hecho el chico allí, hizo que el asesino comenzara a considerar la retirada debido al aumento repentino de la presión arterial y la frecuencia cardíaca.

"Si tuviera que mirarlos a los ojos, hasta sudaría", admitió Sienna con naturalidad mientras se inclinaba hacia delante apoyándose en sus manos. "Vi la grabación antes en la que el asesino le clavó un sable en el estómago y se recuperó caminando".

—Ningún humano podría hacerlo, a menos que tuviera algo parecido a una regeneración extrema —señaló su espía.

"No es humano, y este chico ciertamente no es un fauno, ya que parecía que tenía problemas para seguirle el ritmo al asesino cuando corrió hacia la oscuridad. Hmm", tararea suavemente antes de ver cómo se reproduce el video desde donde el asesino se retira repentinamente con la pistola de agarre. "Mira esta parte".