Comic y caos

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"El Secreto de Lincoln al Descubierto" (Continuación)

Esa misma noche, la casa de los Loud estaba en su típico caos. Mientras todas sus hermanas estaban ocupadas con sus cosas, Lincoln no podía dejar de mirar a Lori de reojo durante la cena. Estaba nervioso; ella seguía sonriendo de una manera que no le gustaba nada.

—¿Y qué te pasa a ti, Lincoln? —preguntó Luna, masticando una gran porción de pizza—. Pareces más raro de lo normal, bro.

—¿Yo? ¡Nada! —dijo rápidamente, mirando su plato con tanta intensidad que parecía que estaba esperando que la comida lo salvara.

Lori no pudo evitar soltar una risita. Eso llamó la atención de las demás.

—¿Qué te traes tú, Lori? —preguntó Leni—. Esa risa siempre significa que estás tramando algo.

—Oh, no es nada... solo que Lincoln tiene un pequeño talento secreto —dijo Lori casualmente, como si no estuviera soltando una bomba—. ¿Verdad, Linky?

Lincoln la miró con los ojos muy abiertos.

—¡Lori! —susurró desesperado, pero ya era demasiado tarde.

—¿Talento secreto? —dijo Luan, interesada—. ¡Espero que no sea el mismo que el mío, porque eso sería una broma muy mala!

Las hermanas comenzaron a murmurar, cada una con su propia teoría sobre lo que podría ser el talento de Lincoln.

—¿Qué está pasando? ¿Qué está pasando? —gritó Lola, emocionada—. ¡Quiero saberlo ahora mismo!

—Bueno, hermanas, déjenme decirles —Lori se levantó dramáticamente—, que nuestro querido hermano es un... ¡dibujante de cómics!

Lincoln, al borde del colapso, intentó levantarse de la mesa para escapar, pero Leni lo detuvo con una sonrisa brillante.

—¡¿Dibujante de cómics?! —gritó Lana—. ¡Eso es genial! ¡Dibújame con un lanzallamas!

—O mejor, hazme un cómic sobre moda —dijo Lola, imaginándose como una superheroína elegante—. ¡Obvio, yo sería la protagonista!

—¿Cómics? —preguntó Lisa, ajustándose las gafas—. Supongo que podría analizar tu técnica y ofrecerte algunas mejoras científicas.

—No puedo creer que lo escondieras de nosotras —añadió Lynn, dándole un golpecito amistoso en el hombro—. Aunque, si no incluyes alguna escena de deportes épica, te desheredo como mi hermano.

Luan no podía parar de reírse.

—¡Oh, esto va a ser material de bromas para semanas! —dijo, sacando su libreta para anotar ideas.

Lincoln se hundió en su silla, deseando desaparecer. Sus hermanas estaban emocionadas, pero lo que a él le preocupaba era cómo iban a tomar en serio algo tan personal.

—Oigan, esperen... no es la gran cosa —intentó decir, pero la conversación ya había explotado en mil direcciones.

—Yo quiero un cómic donde yo salve al mundo —dijo Lucy con su tono monocorde habitual—. Del apocalipsis, claro.

—¡Wow, esto va a ser como, super divertido! —exclamó Leni—. ¡Podríamos hacer una línea de ropa inspirada en tus personajes!

Lincoln suspiró profundamente, viendo cómo la conversación se iba de control. Aunque el caos le resultaba familiar, había algo tranquilizador en ver a sus hermanas tan emocionadas por su trabajo, incluso si era de una manera caótica y un poco exagerada.

Finalmente, Lori le guiñó un ojo desde el otro lado de la mesa.

—Tranquilo, hermanito. Sabes que te apoyamos, aunque seamos un poco... intensas —dijo, con una sonrisa sincera.

Lincoln sonrió débilmente. Tal vez no había sido el desastre total que esperaba.

¡EL talento de Lincoln laúd!"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora