Devoción

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Mia siente un calor familiar... Rifthan cubre su desnudez con su tapado  , trata de evitar que ella llegue a ver el desastre ...

Te sentirás bien cariño ... no dejaré que te vuelvan a herir , tampoco que te alejen de mi lado mi amor . Besa su frente con el alivio de sentirla respirar .

Un hombre sale de un auto negro polarizado...

Señor nos ocupamos de los escoltas . Dice el hombre .

Rifthan detiene su paso ...

Desea algo más señor ? Intrigado pregunta .

Si ...
Acabo de darle el tiro se gracia a Sergei  , quiero su cabeza , sus manos ... su cuerpo , llévalo a Ferzen  , él sabe lo que quiero . Besa la mejilla de Mia .

Si señor y la joven? Hace referencia a Mia .

Es la señora del clan , mi prometida irá conmigo a la mansión . La mirada sombría de Rifthan pone tenso a su empleado .

El chófer le abre la puerta a Rifthan que sube sin alejar a Mia de sus brazos , la acaricia en el trayecto del viaje mientras inspecciona sus heridas .


Rifthan, con expresión preocupada, se acercó al mayordomo que esperaba en silencio en la entrada del salón.

"Traiga al doctor inmediatamente", ordenó Rifthan con firmeza, su voz reflejando la urgencia del momento.

El mayordomo asintió con una reverencia y se apresuró a cumplir la orden, desapareciendo rápidamente en el pasillo.

Mientras tanto, Rifthan se volvió hacia Mia, que yacía en suave reposo en el sofá, su rostro pálido y delicado. La pelirroja parecía frágil y vulnerable, y Rifthan sintió un escalofrío de inquietud recorrer su espalda.

"Pronto estará aquí el doctor", susurró Rifthan, tomándole la mano a Mia. "Te aseguro que estarás bien".

Mia abrió los ojos, débiles pero brillantes, y sonrió levemente al ver el rostro preocupado de Rifthan.

"Estoy bien", murmuró Mia. "Solo necesito descansar".

Rifthan sonrió también, aunque su expresión seguía siendo tensa.

"Descansa entonces", dijo. "El doctor te ayudará a recuperarte".

En ese momento, el mayordomo regresó con el doctor, un hombre anciano y experimentado que se acercó a Mia con una mirada profesional.

¿Qué parece ser el problema? , vaya . Dice el doctor al ver los moretones y heridas de Mia .

Rifthan se apartó ligeramente, permitiendo que el doctor hiciera su trabajo, pero sin soltar la mano de Mia. Su mirada permaneció fija en ella, llena de preocupación y amor , luego de la revisión lleva a Mia a la alcoba principal  . Se asegura que este cómoda  , besa su mejilla para luego dejarla descansar.



Rifthan, con autoridad y firmeza, se dirigió al personal de la mansión reunido en el salón.

"Quiero que todos entiendan algo muy claro", comenzó. "Mia es la señora de esta mansión desde ahora. Cualquier cosa que desee, cualquier necesidad que tenga, debe ser atendida de inmediato".

Las mucamas intercambiaron miradas curiosas, pero el mayordomo y el cocinero asintieron con respeto.

"¿Señor?" preguntó el mayordomo. "¿Qué tipo de necesidades podemos anticipar?"

Rifthan sonrió ligeramente.

"Mia es una mujer con gustos refinados", explicó. "Es posible que desee té en la mañana, música en el salón por las tardes y cena en el comedor por las noches. Pero no solo se trata de eso. Mia tiene libertad para hacer cualquier cambio que desee en la mansión, y debemos estar dispuestos a cumplir sus órdenes".

Rifthan , el nombre de la obsesión. +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora