Capítulo 1

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Capítulo 1 - Margaret

Londres, en la actualidad

Me llamo Margaret Jones. Mi padre es dueño de unas de las empresas de textil más importantes de Londres.

Callum Jones, magnate de la empresa que antes había pertenecido a mi abuelo, siempre quiso tener un varón a quien dejarle al frente del negocio. Por eso se puso a la labor de crear hijos, pero tras tres embarazos y tres abortos, mi madre dijo basta, así que somos tres mujeres. Como yo soy la mayor, no me quedó más remedio que resignarme y aceptar que sería la heredera. Por eso estudié Empresariales. A mí me hubiera encantado estudiar Arqueología, pero no pude. Mis hermanas sí tuvieron suerte. Isla era pediatra, siempre le encantaron los niños y llevaba dos años ejerciendo. Y mi hermana pequeña, Madison, estudiaba Derecho en la Universidad de Oxford, vivía en la residencia y era muy dejada. Apenas le veíamos el pelo, solo en acontecimientos familiares.

—Margaret, tu padre te espera en la sala de juntas, tiene algo que comunicarte.

—Gracias, Florence, enseguida voy.

¿Por qué mi padre estaba tan raro? Hacía días que le notaba como ausente. Esa mañana se había metido en su oficina y se había


reunido con Florence para hablar de algo. No me habían querido decir nada, y yo ya llevaba un rato mosqueada.

—Papá, a ver, ¿me vas a decir qué demonios pasa?

—Margaret, hija, llevo un tiempo bastante preocupado, y no he querido decirte nada hasta no estar seguro.

—Adelante, cuéntame.

—Se trata de Thomas. Hace unas semanas se fue a Irlanda para firmar el contrato con la otra empresa a la que nos asociamos, y no sé nada de él.

—¿Pero le has llamado?, ¿has mandado a alguien a Irlanda?

—Sí, hija. Le he llamado a su teléfono personal, al del trabajo, y me sale que ese número no existe. Y los correos no sé si los habrá visto, pero no me digas que no es para preocuparse. Además, Margaret, hoy nos han contactado los abogados de Evans&ns y me han dicho que, o les pagamos lo que les debemos, o nos llevan a juicio y nuestra empresa quedaría en la quiebra. Entonces hemos visto las cuentas... ¡Thomas nos ha estado robando durante años!

—Dios mío, papá, ¿qué vamos a hacer?. Tenemos que buscar a Thomas hasta debajo de las piedras.

—En la Scotland Yard ya están metidos de lleno en el asunto, no voy a parar hasta que nos devuelva hasta la última libra.

Me volví a mi despacho, no podía entender lo que estaba ocurriendo. ¿Por qué Thomas haría algo así?

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