Nayara
Capítulo 2
DICIEMBRE
16 de diciembre, nos habían puesto a decorar todo el instituto con cosas navideñas.
Todo con prisas como no, llevábamos diciendo de empezar a decorar desde noviembre, pero no nos hicieron caso alguno, ahora nos meten prisa por que las puertas abiertas son en 5 días.
Pero eso no era lo importante. Lo realmente interesante es la forma con la que he conectado con Aisha, la cual me encontré de suerte por las escaleras del instituto, todo es muy diferente con ella, ha intentado ayudarme siempre con mis problemas familiares, siempre sabe sacarme una sonrisa hasta en el peor momento de mi vida.
Esa chica es otro rollo.
El cual me atraía.
Un rollo que hace que no quieras separarte de ella.
Un rollo el cual, quiero seguir investigando.
<<ojala habernos conocido antes>>
—Pasame el carton de color rojo, Nayara —me exigió mi tutora. Iba con unos vaqueros azules y una camisa bastante fina.
No sé por qué, hace bastante frío, incluso dentro de clase.
Asentí con la cabeza. Con la mirada busqué el cartón rojo, (el cual estaba enfrente mío) y se lo di.
—Muchas gracias —me agradeció agarrando el cartón.
—De nada, profesora —me oí decir.
Volví a mi trabajo, no era complicado, simplemente tenía que decorar la puerta de clase por fuera con papel rojo.
—¿En serio te han dicho que hagas eso? —escuché decir a una voz conocida mientras soltaba un par de carcajadas.
—Por desgracia —dije—. ¿Y a ti? ¿Qué te han dicho de hacer?
—Lo mismo que tú —susurró.
Me reí.
—No le veo la gracia —protestó Aisha dejando caer las tijeras al suelo.
—Yo si.
—Yo no.
—Por cierto, me han castigado y me han quitado el móvil, así que si quieres hablar conmigo deberías darme tu correo —dije colocando el papel en la pared—. Para hablar por Google chat, digo.
—Pero si no tienes móvil... ¿cómo vas a hablar por Google chat? —preguntó.
—¿Me estás vacilando?
—Nayara, necesito que baje a la dirección —interrumpió la conversación mi tutora que se encontraba en la puerta, con el móvil en las manos.
Escuché como Aisha susurraba un par de insultos a la profesora mientras colocaba el papel rojo en la puerta.
—¿Qué necesita? —le cuestioné a la profesora.
—Que bajes a dirección, ¿o no me ha oído? —se burló alzando las manos—. Ahí ya te dirán lo que me tienes que traer.
—Zorra.
—¿Ha dicho algo? —posó su mirada en la mía.
—No.—¡Nayara! —me chilló una de mis amigas cuando estaba apunto de salir por la puerta del colegio.
—No chilles, Cloe, estamos a 2 metros.
—¿Qué te parece si mueves tu culo gordo de ahí y me dejas pasar? —le soltó Cloe a una de las personas que no se movía y la cual obstruía el paso—. Gracias.
No pude evitar reírme.
—¿Hacía falta que les dijeras eso? —reproché entre risas.
—¿Eh... si? —asintió con la cabeza. Sacó el teléfono y entró a su cuenta de instagram—. Mira, estoy hablando con un chico monísimo.
En su teléfono se podía ver un chico alto, pelirrojo con el pelo engominado hacía al lado, una sonrisa blanca, y unos labios gruesos y rosados.
Bastante guapo la verdad.
—¿Otro distinto? Si ayer te hablabas con Daniel.
—Ya bueno... pero a ese lo tengo muy visto ya, ahora prefiero a Ivan — decía poniendo el teléfono en su corazón y soltando un suspiro.
Negué la cabeza haciendo aparecer una pequeña sonrisa en mi cara.
—¿Me acompañas a ver a Víctor a su partido de fútbol? —me agarró del brazo, haciendo que saliéramos de la multitud.
—¿A dónde vamos? —le interrogué, pero su estirón de brazo no me dejó continuar hablado.
Cloe siempre liga mucho, y lo entiendo, ella es rubia con tonos castaños, alta, gafas acuerdo con su cara, ojos verdosos y unos buenos labios. También es bastante lista.
Como dirían algunos.
La chica perfecta.
Lo que la mayoría de hombres desean.De repente me encontraba sentada en una especie de banco de piedra. Con Cloe al lado, la cual gritaba a pleno pulmón, cosas como; ¡Vamos Víctor! O ¡Venga mi amor tú puedes!
La verdad no podía evitar reírme
Ver cómo Cloe chilla a Víctor, mientras habla con un tal Ivan y se deshace de Daniel, era impresionantemente gracioso y patético.
Todo el mundo estaba chillando cosas, aunque a Cloe se le escuchaba el triple.
Pobre arbitro.
Un par de insultos de Cloe fueron hacia el árbitro cuando él pitó falta a favor del equipo contrario cuando Victor le dio una patada al 6 del otro equipo, evitando que entre el balón a portería. Pero al final la falta no contó como una.
—¿Has visto como me mira el número 8 del equipo contrario? —le murmuré a Cloe sin apartar la vista del chico.
—¡Nayara, has ligado! —toda la grada volvió la vista hacía nosotras.
—No chilles, Cloe —susurré muerta de la vergüenza—. No tiene que enterarse todo el mundo.
Por dios, no se que porque se me ocurrió decírselo.
El árbitro pitó penalti a nuestro equipo cuando vio que el número 10 hizo una falta al número 8 dentro del área.
—Tiro yo el penalti —exigió el número 20.
—¡A ti no te han hecho falta, cabronazo! — dijo el portero del otro equipo.
—El penalti me lo han hecho a mí —explicó el número 8 agarrando el balón y poniéndolo en el punto donde se chutan los penaltis—. Así que, lo tiro yo.
Todos se callaron al instante y asintieron con la cabeza.
—¡No dejes que marquen! — le chilló Cloe al portero señalándole con el dedo—. Como ese balón entre en la portería, te corto los huevos mi amor.
Él asintió con la cabeza mientras flexionaba un poco sus rodillas y miraba fijamente al número 8.
Cloe, estaba tan nerviosa que no podía parar de morderse las uñas.
El jugador número 8, da unos pasos atrás, respira hondo y cuando escucha el pitido del árbitro, corre al balón y con toda su fuerza, chuta con el exterior del pie, haciendo un efecto de arco y metiendo gol justamente por la escuadra.
Todos los jugadores se tiraron encima de él mientras toda la grada, entrenadores y jugadores chillaban al unísono.
Menos Cloe.Cloe estaba mirando al otro lado de la grada, ni siquiera se dió cuenta que le marcaron a su "novio"
—¿Esa de ahí que no para de mirarnos es Aisha? —me preguntó Cloe, dándome unas palmadas en el hombro.
Giré la cabeza hacia el otro extremo de la grada y ahí cruzé mirada con Aisha. La cual iba acompañada por un chico y una chica que no paraban de chillar y quejarse.
La chica es morena, va con una chaqueta negra de un club de fútbol, del cual no logró identificar, y unos pantalones azules tejano, en su mano sujeta un móvil con una funda verde. Lleva unas trenzas bastante largas, unas gafas azules redondas y unos zapatos air force 1 negras.
El chico es blanco, su color de pelo es un rubio oscuro, un poco más alto que Aisha, va vestido con una sudadera nike negra, sus pantalones son grises y unos zapatos nike negros.
Y Aisha.
La que mejor viste de los tres.
Aisha es morena, tiene el pelo ondulado, tiene una cadena en su cuello, una pulsera de plata, va con sus típicos cascos negros de siempre. Un top negro manga larga, unos pantalones baggy negro, con las air force 1 blancas.
![](https://img.wattpad.com/cover/379693140-288-k431875.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Todo lo que nos pudimos ahorrar
RomanceDos chicas que se aman, pero sus familias se odian.