Aoi despertó con los primeros rayos del sol filtrándose a través de las cortinas. El día había llegado, y con él, la sensación abrumadora de incertidumbre. Se levantó lentamente, recordando la conversación de la noche anterior con Inosuke. ¿De verdad había aceptado llevarlo en su próxima fuga? Sus palabras resonaban en su mente, pero aún no sabía si había tomado la decisión correcta.
Con ayuda de sus criadas se vistió con un elegante bestido celeste con pequeños detalles en color blanco, completando con su caracteristico broche de mariposa para dirijirse al comedor principal para desayunar con su padre, Inosuke y su madre. Cuando salió de su habitación se encontró con su querida prima Kanao.
Aoi: Buenos días Kanao.
Kanao: Buenos días su alteza.
Aoi: Solo dime Aoi, Kanao.
Kanao: No puedo su alteza, ese es el protocolo real. Debo referirme a usted como alteza ya que ahora esta comprometida, como indica el reglamento.
Aoi: Ni me lo recuerdes.-Dijo Aoi con un tono de molestia.
Ambas caminaron por los pasillos del palacio en completo silencio, un silencio cargado de tensión, hasta el comedor. Kanao no habia dicho ni una sola palabra sobre las vendas que llevaba la princesa sobre sus manos, pero ya se imaginaba lo que habia pasado la noche anterior después de que abandonara la habitación de Aoi.
Aoi entró al comedor, su expreción endurecida por la molestia que trataba de ocultar. Al acercarce a la mesa, su mirada se encontró con la de Inosuke, quien estaba sentado solo, esperándola. Una chispa de tensión cruzó entre ellos, pero ella no dejó que eso la perturbara.
Aoi: Buenos días... —dijo con voz calmada, aunque por dentro las dudas seguían presentes.— ¿Dónde está mi padre y la reina Kotoha?
Inosuke: Vaya, pensé que no querrías hablarme después de la propuesta de anoche. —Su sonrisa traviesa apareció, pero había algo más en su mirada- Y respondiendo a tu pregunta... ni mi madre ni el rey vendrán a desayunar, Quieren que hablemos, solos.
Aoi se detuvoun segundo antes de tomar asiento. Sus manos se apretaron ligeramente sobre su regazo. Sin duda esta situación habia sido inetencional. Sabía que no podía perder el control en medio de la conversación si quería obtener respuestas.
Aoi: Quiero saber algo antes de que esto siga. —Hizo una pausa, evaluando su reacción. Inosuke no se movió y solo la observó.
Inosuke: ¿Qué quieres saber, enana? —Su tono era ligero, pero Aoi podía notar la atención detrás de su actitud despreocupada.
Aoi: ¿Por qué quieres venir conmigo? Podrías simplemente delatarme y asegurarte de que yo no cause más problemas. ¿Qué ganas tú con esto?
Inosuke soltó una risa corta, pero no burlona. Luego se inclinó hacia adelante, con un brillo en los ojos que Aoi no pudo descifrar de inmediato.
Inosuke: Si quisiera delatarte, ya lo habría hecho. —Su voz bajó un tono—. Tal vez no lo entiendas, pero este lugar... estas alianzas... no son lo que parecen. Yo tampoco quiero estar atrapado en algo que no elegí. —La seriedad en su voz sorprendió a Aoi.
Por un instante, el silencio entre ambos fue palpable. Aoi lo observó, buscando en su rostro algún indicio de engaño, pero solo encontró sinceridad, o al menos lo que parecía serlo.
Aoi: Entonces... estamos en esto juntos —dijo, más para sí misma que para él, probando cómo se sentía confiar en alguien, más en medio de tanto caos.
Inosuke asintió lentamente, como si aceptara un pacto tácito entre ambos.
Inosuke: Exactamente. Pero —agregó con una sonrisa ligera—, no creas que voy a ser tu protector todo el tiempo. Esto también es por mí. Así que más te vale no echarte atrás.
Aoi asintió, sintiendo por primera vez en mucho tiempo una chispa de esperanza. Si realmente podían confiar el uno en el otro, tal vez, solo tal vez, podrían encontrar una salida de sus destinos impuestos.
¡Gracias por leer!.Y hasta el proximo capitulo.
ESTÁS LEYENDO
La Mariposa y El Jabalí
Fanfiction¿Seran capaces de ser aliados o dejarán que su rivalidad los domine? Una historia sobre el Inoaoi, en un mundo de castillos y guerra.