Trabajo De Modelo

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La última sesión de fotos lo había dejado totalmente agotado. Los flashes lo tenían mareado y, para colmo, no había desayunado. Se encontraba ahí posando desde las cinco de la mañana y ya iban a ser las doce del mediodía.

"Este es el castigo por ser modelo", pensó Sergio, suspirando. Sin embargo, no podía evitar sonreír, ya que la revista Vogue Italia no era cualquier cosa. Todos querían colaborar con ella y esta sería su quinta colaboración. Y, por lo que veía, estaba saliendo perfecta.

Pero no podía ignorar los rugidos de su estómago, que solo había digerido agua y unos arándanos que Alice le había ofrecido.

— Listo! Terminamos — dijo el fotógrafo

Sergio se desplomó en la silla más cercana, sintiendo un alivio inmenso al dejar de posar. Su estómago rugía con tanta fuerza que temía que los demás pudieran escucharlo. Alice, su manager, se acercó a él con una sonrisa.

—¿Estás bien, Sergio? Pareces exhausto — dijo ella, ofreciéndole un vaso de jugo de frutas.

Sergio tomó el vaso y bebió con avidez, sintiendo que la energía volvía a fluir por su cuerpo.

—Gracias, Alice. No he comido nada desde... no sé, ayer — dijo él, riendo débilmente.

El fotógrafo, Marco, se acercó a ellos, sonriendo.

—Sergio, eres un verdadero profesional. Esta sesión ha sido increíble. Vogue Italia va a estar emocionada — dijo él.

Alice intervino, sacando su teléfono.

—Ya hablé con la revista, están encantados con los resultados. Quieren programar una entrevista para la próxima semana — dijo ella.

Sergio se levantó de la silla, estirando sus largas piernas.

—Genial, Alice. ¿Qué necesito hacer? — preguntó él.

—Te enviaré los detalles por correo electrónico. Ahora, vámonos a comer. Tienes una reunión con Alexander Wang esta tarde — dijo Alice.

Sergio se sorprendió.

—¿Alexander Wang? ¿El diseñador de moda más cool de Nueva York? — preguntó él, emocionado.

Alice sonrió.

—Sí, el mismo. Quiere conocerte y discutir una posible colaboración para su próxima colección — dijo ella.

Sergio se sintió emocionado.

—Es un honor — dijo él.

Alice sonrió.

—Vamos, no quiero que lleguemos tarde — dijo ella.

Sergio siguió a Alice hacia la salida, sintiendo que su carrera estaba a punto de dar un salto gigantesco.

Al llegar al restaurante, Alexander Wang los esperaba, con su estilo característico.

—Sergio, es un placer conocerte — dijo él, extendiendo su mano.

Sergio se inclinó para estrechar su mano.

—El placer es mío, Alexander — dijo él.

Alexander Wang sonrió.

—Quiero que seas el rostro de mi próxima campaña. Tienes un estilo único — dijo él.

Sergio se sintió emocionado.

—Me encantaría — dijo él.

Alice sonrió, contenta con el resultado de la reunión.

—Excelente — dijo ella. — Vamos a hacer historia, Sergio. —

Icono De WAG / ChestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora