Capítulo 73: Cocodrilo y bala

31 1 0
                                    


Todas las personas que Crocodile reclutó eran desesperados, y todos mostraron las expresiones más feroces, pero aún así le dieron pleno respeto al nuevo jefe, pero nadie se atrevió a actuar sin autorización.

"Jefe, ¿cuáles son sus órdenes?"

—Parece que otro cazarrecompensas está detrás de mi cabeza. Encárgate de él —ordenó Crocodile con calma, entrecerrando los ojos.

"Jajaja, ¡entendido!"

"¡Por fin algo de diversión!"

El grupo se emocionó al escuchar la orden y se animaron unos a otros, instando al camello a descender.

Uno de ellos, aparentemente impaciente con la lentitud del camello, saltó directamente de su espalda al aire y, girando rápidamente, se transformó en un hombre mitad bestia, con un cuerpo robusto y cuernos en la cabeza.

El hombre mitad gacela dobló las piernas, sus pezuñas de cabra se hundieron en la arena y al instante siguiente, con un poderoso empujón de sus fuertes músculos, saltó hacia arriba con un rugido.

El hombre mitad gacela observó cruelmente cómo sus cascos se lanzaban hacia la frente del hombre de blanco; sus pupilas reflejaban una intención asesina carmesí.

Pero en el momento en que los cascos iban a impactar al hombre de blanco, éste levantó el dedo índice. Entonces se escuchó de inmediato un rugido ensordecedor.

[¡Sonido metálico!]

La abrumadora fuerza explotó desde el punto de contacto, generando ondas de aire alrededor, y la arena de abajo se hundió varios centímetros.

"Cómo... Cómo es posible... ¡Ah! ¡Ahhh!"

Se escuchó un lamento extremadamente lastimero y las otras personas que corrían detrás agarraron inconscientemente al camello en estado de shock. Observaron con ojos estupefactos cómo espolones óseos cubiertos de sangre brotaban del cuerpo del hombre mitad gacela.

Por un momento, todos quedaron en shock ante tan horrible y sangrienta escena, pero la expresión de Crocodile permaneció natural.

"Un usuario de habilidad tipo Paramecia... ¿eh?"

【¡Soplo, soplo, soplo! 】

Sin embargo, antes de que terminara de hablar, se produjo otro cambio abrupto. Debajo de donde se encontraba el grupo de personas que se acercaban al hombre de blanco, unas largas espadas de un blanco pálido emergieron de la arena, perforando instantáneamente tanto el vientre del camello como el de su jinete.

Más de una decena de personas, junto con los camellos, cayeron sin vida sin tiempo siquiera de gritar, mientras la sangre caliente brotaba de las heridas, tiñendo la arena de color carmesí.

Una ráfaga de viento sopló a través del mar de arena, pasando rápidamente entre el hombre de blanco y Cocodrilo.

One Piece: Yo San ImuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora