One Piece: Yo San Imu

Capítulo 90: Caos inminente en Mary Geoise

—¡No, de ninguna manera! ¡No estoy de acuerdo con que vayas! —Shackky apagó el cigarrillo y su voz enojada solidificó de repente la atmósfera—. ¿Qué clase de lugar crees que es Mary Geoise?

—¿O es que estás pensando en que te entierren con Roger? ¿No crees que ya es un poco tarde para eso?

Rayleigh miró con enojo a la enfurecida Shakky. Era la primera vez que la veía perder la compostura. Esta mujer solía ser tan libre y gentil, y parecía tranquila incluso cuando golpeaba a alguien.

"Jejeje... Solo quiero echar un vistazo, no voy a causar estragos en Mary Geoise. Iré de incógnito y regresaré discretamente". Dijo esto con gran confianza. Después de todo, como una de las principales potencias del mundo, la confianza en uno mismo es un elemento psicológico necesario.

—¡No tienes permitido ir! —Shackky miró a Rayleigh con frialdad y dijo—: Mientras te vayas, ni se te ocurra volver a entrar en este bar. Debes saber muy bien que no estoy bromeando.

"..." Rayleigh permaneció en silencio, bajó la cabeza y continuó bebiendo el whisky en su vaso.

[Ding-dong]

En ese momento, un sonido claro y melodioso de campanillas de viento sonó fuera de la puerta.

Inmediatamente después, la puerta se abrió suavemente y entró un hombre alto, de cabello negro, de aproximadamente dos metros y medio de altura, que vestía un traje verde y botas de cuero negras, con una capa blanca sobre los hombros.

"Disculpe, ¿me podría dar un vaso de jugo? Si tiene pastel de leche, sería perfecto".

Este oficial de la Marina estaba sentado tranquilamente en el mostrador, separado de Rayleigh por dos taburetes altos. Su presencia hizo callar a los otros dos. Por supuesto que pueden identificar a esta persona.

"No esperaba que el Comandante de la Base Marina del Dragón visitara este pequeño lugar. Pero, esto es un bar, el jugo y el pastel de leche no son adecuados". Shakky se rió naturalmente, luego sacó jugo y un pastel marrón oscuro del refrigerador y dijo con una sonrisa: "Realmente no hay pastel de leche. Prefiero el pastel de chocolate. ¿Qué opinas?"

—¿Es amargo? —preguntó Dragón con una mirada ligeramente preocupada.

"Un poco."

“Olvídalo, sólo jugo”.

Estas conversaciones sencillas daban la sensación de una interacción normal entre un propietario y un cliente. En ese momento, Rayleigh preguntó: "¿Cómo me descubrió?"

—Se rumorea por el viento. Mientras haya viento, no hay ningún secreto —respondió Dragón, tomando un sorbo del dulce jugo.

—Entonces ¿estás aquí para arrestarme?

"Me gustaría hacerlo."

—¿Y entonces? —preguntó Rayleigh con una sonrisa. Dragon reflexionó un momento y dijo: —Quiero que te vayas de aquí.